Ir al contenido
_
_
_
_
Arte

Réquiem por un plato: quien no tuvo una vajilla de La Cartuja tuvo, al menos, una vecina que la enseñaba con orgullo

Laura Cano|Sevilla|

La Cartuja dice adiós después de más de dos siglos de historia. Era más que una fábrica, era la memoria de una ciudad que entendía el valor del tiempo y del trabajo bien hecho. El recuerdo quedará en las casas, en los platos heredados de las abuelas y en los armarios donde aún duerme la loza que en algún momento fue testigo de tantas sobremesas

_
_
_