Una jornada plúmbea en el Supremo, donde estaba previsto el comienzo del visionado de vídeos y no se pasó de la enumeración de las pruebas audiovisuales de cada una de las partes. Quedó pospuesto 24 horas el inicio de la proyección de los centenares de grabaciones solicitadas por las defensas y las acusaciones para contradecir, por un lado, el relato de muchos agentes que han testificado y, por otro, replicar la actitud pacífica de los votantes del 1-O.
Crónicas
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Opinión
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