Diez fueron los miembros de las fuerzas de seguridad que declararon en la jornada 26ª del juicio del procés, pero solo uno de ellos fue protagonista absoluto: el número dos de los Mossos durante los días más convulsos de los últimos años en Cataluña, los que van del 20 de septiembre al 1 de octubre de 2017. Ferran López trazó dos líneas claras: la política y la policial. En esta última hizo una defensa cerrada de la actuación de la policía catalana. Respecto a la acción política soltó un dato clave. Tres días antes de la consulta que había sido prohibida por el Tribunal Constitucional, López y Trapero, entonces jefe de los Mossos, advirtieron al presidente catalán, Carles Puigdemont —actualmente huido de la justicia—, de violentos altercados. Este respondió que si se producían declararía la independencia.
Crónicas
- Una herramienta llamada violencia, por Pablo Ordaz
- El ‘número dos’ de los Mossos acusa a Puigdemont de asumir que el 1-O fuera violento, por Reyes Rincón
Hacia el final de la reunión les hablamos de violencia o altercados. Puigdemont dijo que si se producía ese escenario, en ese momento declaraba la independencia
Ferran López, 'número dos' de los Mossos el 1-O
Protagonista
Ferran López, comisario de los Mossos
El que fuera mano derecha del mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, ratificó lo declarado hace semanas por su jefe sobre el 1-O. La declaración del comisario, que fue posteriormente el máximo responsable de la policía autonómica durante la aplicación del artículo 155, estuvo entre las más extensas del juicio.
Opinión
- Vuelco al juicio, por Xavier Vidal-Folch
Nos gritaban e incluso nos escupían
Un guardia civil herido durante el referéndum ilegal
Apuntes
Petición de careo
Por primera vez en el juicio, una defensa solicitó un careo entre dos testigos. Fue el abogado de Joaquim Forn, que pidió hacerlo entre el coordinador del dispositivo policial el 1-O, Diego Pérez de los Cobos, y Ferran López. El tribunal aplazó la decisión para más adelante.
Trampas del defensor
Jordi Pina quiso confundir a un guardia civil que había sufrido lesiones el 1-O. El abogado leyó solo una parte del informe médico. Cuando el agente le pidió que continuara, el defensor no pudo ocultar su treta. Esto le valió una nueva reprimenda del presidente del tribunal.
El enfado de la abogada del Estado
Marchena interrumpió a Rosa María Seoane por considerar que el testigo ya había respondido a su pregunta. Esta insistió, pero el presidente del tribunal ha zanjado del debate, momento en que la abogada el Estado le ha lanzado una mirada seria en un claro gesto de enfado y desaprobación.