Varias personas nos cuentan cómo la han disfrutado y cómo les ha hecho la vida imposible. Los expertos aclaran por qué el subidón es tan efímero como el de una noche de copas
Desde que me recuerdo 'habitando' en Internet he deseado fórmulas que no implicaran, como hasta hace poco, duplicar los tiempos y las energías desplazándonos y contaminando
Ahora somos felices con cualquier cosa. Esa casa del pueblo, de tus padres o de unos amigos, que era un último recurso, se revela preciosa cuando no tienes dónde ir
Los cromos de la distopía instalada en nuestro futuro perfecto son las colas del hambre y las personas inmigrantes que saltan de la patera y echan a correr mientras turistas nacionales los contemplan con sus mascarillas mojadas
No sabremos nunca qué ve la gente cuando nos mira, si a simples extraños o a esos seres a los que no podemos ver más, a los que no podemos dejar de buscar en todas partes
Imagino a nuestros herederos rompiendo en el futuro las ánforas digitales de nuestros tesoros electrónicos y descubriéndolas vacías, sin monedas que den contra la losa
El miedo al otro está en el origen de las peores fobias. Y ahora se encarna en unos ciudadanos cada vez más aislados, encerrados sobre sí mismos, con la comunicación telemática sustituyendo la relación presenciales
Tengo la esperanza de volver cuando los rebrotes no acaparen ya los titulares de cada día. Es mucho esperar porque eso significaría que todos hemos aprendido algo
Por primera vez, no es más importante decirnos a nosotros mismos quiénes vamos a ser el año que viene o dentro de diez sino confesarnos cómo hemos llegado hasta aquí
De adolescente, tu madre es la señora que te tuvo porque quiso y en el pecado lleva la penitencia. Lo que nadie te dice es que, al tiempo, puede que te conviertas en ella
No podré hacerlo en persona pero quiero abrazar y besar desde aquí, con estas palabras, a los libreros, a los lectores, a los editores catalanes y, sobre todo, a los míos
Somos animales muy sociales a los que, de repente, una pandemia ha obligado a existir físicamente lejos unos de otros. Sobreviene una sensación abrumadora de aislamiento y vulnerabilidad. La distancia nos fuerza a cuestionarnos quiénes somos y cómo queremos vivir
Dentro de esta situación de crisis, se añora el contacto pleno y libre con familiares, amigos y conocidos. Los expertos señalan un proceso de cambio en las relaciones más estrechas en cuatro tiempos
Nos apresuramos en abrir porque entendemos que a más rápido nos pongamos en marcha, más ágil será la recuperación de nuestros bolsillos, nuestras relaciones, nuestros ánimos