Mis abuelos están en Chimillas
Parece mentira cómo puede cambiar la vida en cuestión de horas y cómo el culpable de todo es un bicho tan pequeño que ni siquiera podemos verlo. Quería decir a mis abuelos que no voy a poder ir a cuidarlos como cada tarde porque yo también estoy malito, pero les pido una cosa, a ellos y a todos: que sean fuertes, que luchen como han hecho siempre, para poder volver a juntarnos cada tarde a comer un helado, tomar un café y contarnos historias. Ánimo.
Javier Bonet Márquez. Huesca
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.