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Petro recurre a los jóvenes para renovar su Gabinete en la recta final de su mandato

Los septuagenarios casi han desaparecido del equipo de gobierno, que se caracterizaba en una primera etapa por la larga trayectoria de sus miembros

Angie Rodríguez, nueva directora del Dapre y Yannai Kadamani, ministra encargada del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes.
Angie Rodríguez, nueva directora del Dapre y Yannai Kadamani, ministra encargada del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes.Presidencia/MinCultura
Lucas Reynoso

Hace dos años, Gustavo Petro recibió un comentario inesperado de su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva: “Es usted un presidente muy joven”. Llamó la atención porque el colombiano tenía entonces 62 años y cuatro décadas de carrera política. Sin embargo, las fotos del Consejo de Ministros de la época muestran que el brasileño no estaba tan equivocado. Entonces, el presidente colombiano lucía joven en comparación a los veteranos políticos de los que se había rodeado: Álvaro Leyva (80 años), Cecilia López (79 años), Patricia Ariza (76 años), José Antonio Ocampo (70 años). Ahora, a 18 meses de terminar su mandato, los septuagenarios casi han desaparecido —solo queda Guillermo Alfonso Jaramillo, de 74 años—. Petro parece mayor ante un Gabinete repleto de caras jóvenes. La semana pasada, esa tendencia se consolidó con los primeros nombramientos de una renovación que se acentuará en los próximos días tras la salida de Susana Muhamad (Medio Ambiente) y Gloria Ramírez (Trabajo). De momento, hay dos nuevas funcionarias de 32 años: Angie Rodríguez en el DAPRE y Yannai Kadamani en Cultura.

El primer gabinete sobresalía por las largas trayectorias de sus miembros. Ocampo, en Hacienda, había sido el jefe de la cartera de Agricultura (1993-1994) en el Gobierno de César Gaviria, director del Departamento Nacional de Planeación (DNP; 1994-1996) en la Administración de Ernesto Samper y secretario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL; 1998-2003). López, en Agricultura, había ocupado el mismo puesto con Samper, además de Medio Ambiente (1996-1997) y DNP (1997-1998). Leyva, en Cancillería, incluso había sido ministro de Minas y Energía de Belisario Betancur, entre 1984 y 1985. Entonces, se comentaba el contraste con el Gobierno de Iván Duque, cuyo gabinete estaba conformado por amigos del presidente sin tanta experiencia en el sector público.

Los ministros más veteranos no tardaron en chocar con Petro. Ocampo y López, junto a Alejandro Gaviria (Educación; 57 años) y Jorge Iván González (DNP; 69 años), firmaron en febrero de 2023 una carta con duros cuestionamientos a la reforma a la salud, una de las banderas del presidente. Horas después de hacerse pública, Petro echó a Gaviria. Ocampo y López sobrevivieron, pero la tensión con el mandatario creció ante diferencias sobre las elevadas tasas de interés y la expropiación exprés de tierras, respectivamente. Ambos dejaron el Gabinete en abril de ese año; en el caso de la ministra de Agricultura, con un visible disgusto por cómo se le había comunicado su salida a través de Laura Sarabia (jefa de Despacho; 29 años). González se fue en febrero de 2024. Días después, criticó al presidente en el periódico La República: “En lugar de aceptar los hechos fácticos como una realidad sobre la que es necesario actuar, el gobernante cae en la tentación de negarlos”.

Los recambios de 2023 y 2024 se interpretaron como parte de la transición de Petro de un estilo conciliador a uno más revolucionario. Ocampo y López no solo eran mayores, sino que eran socialdemócratas y ajenos a su círculo de confianza: la exministra de Agricultura contó que el mandatario justificó que su salida se debía a que ella era parte de “el establecimiento”. Los reemplazos fueron personas más cercanas al mandatario, más allá de sus edades. Al Ministerio de Hacienda, por ejemplo, llegó Ricardo Bonilla, un economista de 73 años que había sido secretario de la misma cartera durante la Alcaldía de Petro en Bogotá (2012-2015). Asimismo, cuando debió sacrificar a Carolina Corcho ante el desgaste por la reforma a la salud, el presidente eligió a Guillermo Jaramillo, un antiguo aliado de 72 años.

El promedio de edad, sin embargo, comenzó a bajar poco a poco. El Ministerio de Relaciones Exteriores es el caso más evidente: después del octogenario Leyva, llegaron Luis Gilberto Murillo (57 años al tomar posesión) en mayo de 2024 y la canciller más joven de la historia, Laura Sarabia (30 años), en enero de 2025. Agricultura no se quedó atrás, con dos funcionarias que rondan los 40 años: Jhenifer Mojica en mayo de 2023 y Martha Carvajalino en agosto de 2024. Luis Carlos Reyes (40 años) quedó a cargo de Comercio en reemplazo de Germán Umaña (69 años al tomar posesión) en junio de 2024. Diego Guevara (39 años) reemplazó a Bonilla en Hacienda en diciembre de 2024. A la inversa, el más joven del gabinete original, Arturo Luna (38 años), no fue reemplazado por un veterano para compensar los otros cambios. Yesenia Olaya, de 33 años, lo sustituyó en mayo de 2023.

Gustavo Petro le toma posesión a Laura Sarabia como canciller y a Diego Guevara como ministro de Hacienda, el 29 de enero de 2025.
Gustavo Petro le toma posesión a Laura Sarabia como canciller y a Diego Guevara como ministro de Hacienda, el 29 de enero de 2025.Juan Diego Cano (gobierno de la república)

Los ascensos de la semana pasada reafirman esta tendencia. Rodríguez llegó al DAPRE, un cargo en el corazón del Ejecutivo, tras desempeñarse como asesora de la senadora Clara López y de Jaramillo en la cartera de Salud. Algo similar sucedió con Kadamani, a cargo provisoriamente de Cultura. Artista escénica de 32 años, llegó al Ministerio en 2023 como coordinadora de danzas y subió en octubre de 2024 como viceministra de las Artes y la Economía Cultural y Creativa. Juan David Correa, que dejó el Gobierno tras manifestar que no podía tener de jefe al polémico Armando Benedetti, defendió el nombramiento: “Si el cambio es con las mujeres y los jóvenes, llegó la hora de apoyar y aplaudir los nuevos liderazgos. Kadamani es, sin duda, uno de ellos. Y será, no me cabe duda, una gran ministra”.

La experiencia

La tendencia a rejuvenecer el Gabinete sobre el final del mandato tiende a darse en cada Gobierno. La última etapa de Iván Duque, por ejemplo, incluyó varios ministros que no superaban los 40 años: Daniel Palacios (Interior), Diego Mesa (Minas y Energía) o Angélica Mayolo (Cultura). Los más veteranos, con hojas de vida ya repletas, empiezan a rechazar los ofrecimientos porque no quieren quemarse de la mano de un mandatario que ya sufre el desgaste ante la opinión pública. En algunos casos, además, quieren ser candidatos en las elecciones presidenciales o legislativas, y quedarían impedidos legalmente si ocupan un ministerio tan cerca de los comicios. Los presidentes, entonces, recurren a personas más jóvenes.

Nathalia Acero, asesora de política pública y exconsejera nacional de Juventud, señala por WhatsApp que la edad no siempre significa inexperiencia. Ejemplifica con Diego Guevara en Hacienda y Aurora Vergara en Educación (2023-2024), ambos menores de 40. El primero es doctor en Economía y era profesor de la Universidad Nacional hasta su ingreso al Gobierno, mientras que la segunda es doctora en Sociología y era investigadora y docente de la Universidad Icesi. Para Acero, contrastan con otros funcionarios que tienen una limitada o nula experiencia en el sector. Señala a Daniel Rojas Medellín (37 años), que reemplazó a Vergara tras mostrar su lealtad al proyecto político del presidente durante años. “Se nota su falta de técnica y bagaje. No ha sido relevante en las discusiones del país y el mismo presidente no está contento en su gestión, como mostró en el Consejo de Ministros televisado”.

Daniel Rojas Medellín, en una imagen compartida en sus redes oficiales.
Daniel Rojas Medellín, en una imagen compartida en sus redes oficiales.

Carlos Andrés Arias, gerente de la consultora Estrategia y Poder, cree que la tendencia de nombrar personas más jóvenes en la recta final del mandato se ha acentuado en el Gobierno de Petro. Para él, más allá de las dificultades de atraer a políticos veteranos, hay una intención de rodearse de personas que no cuestionen al presidente. “Lo que aportan es su sumisión frente al líder. Muchos de ellos no tienen el criterio o la autonomía o la independencia ideológica”, comenta por WhatsApp en referencia, también, a Rojas Medellín. Considera que las largas y reputadas carreras les daban a exministros como Ocampo y López un margen que los más jóvenes no tienen. “Al no tener conocimiento específico, no pueden controvertir iniciativas por más descabelladas que sean”, afirma.

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Sobre la firma

Lucas Reynoso
Es periodista de EL PAÍS en la redacción de Bogotá.
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