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Los crípticos mensajes del excanciller Álvaro Leyva contra el Gobierno de Gustavo Petro

El antiguo encargado de las Relaciones Exteriores de Colombia se suma al coro de exmiembros del gabinete que critican al presidente. Reprocha a quien fue su jefe la forma en la que enfrenta la crisis con Trump e insinúa que ha definido un nombramiento clave para evitar que circule una información delicada

Álvaro Leyva en la reunión de ministros de Relaciones Exteriores en Lima, Perú, en agosto de 2022.
Álvaro Leyva en la reunión de ministros de Relaciones Exteriores en Lima, Perú, en agosto de 2022. Paolo Aguilar (EFE)
Juan Miguel Hernández Bonilla

El excanciller de Colombia, Álvaro Leyva Durán, ha empezado a distanciarse del presidente Gustavo Petro. En la última semana, ha publicado dos crípticos mensajes en su cuenta de X contra el Gobierno al que perteneció durante un año y medio, entre agosto de 2022 y enero de 2024, cuando fue suspendido e inhabilitado por la Procuraduría. En una primera comunicación, quien fuera el ministro de Relaciones Exteriores criticó la forma en la que el presidente asumió la crisis diplomática con Estados Unidos. Pocos días después, en la mañana de este lunes, insinuó que Petro nombró a alguien en un cargo muy poderoso porque esa persona posee una información delicada, y carece de méritos para ocupar el puesto. El hasta ahora fiel escudero del presidente de izquierda cierra los dos mensajes con un mismo interrogante: “¿Será el anticipo de algo más de fondo para lo cual los colombianos nos debemos preparar?”.

El pasado 30 de enero, Leyva escribió que está en desacuerdo con la manera en que Petro negó el ingreso de dos aviones enviados por el Gobierno de Donald Trump con cientos de migrantes colombianos. “¿Domingo 26 de enero día fatídico para Colombia? ¿Se trató de una comedia? ¿Tragedia más bien? ¿Atinado el Jefe del Estado? ¿Desatinado? Lo manifestado por él, los momentos escogidos para hacerlo y la forma, pareció impropio de su elevada condición”, escribió. El mensaje causó revuelo porque era la primera vez que Leyva criticaba públicamente a su antiguo jefe. Lo hizo justo después de que la firma Thomas Greg & Sons desistiera de la millonaria demanda que había interpuesto contra el Estado colombiano por una decisión de la Cancillería bajo Leyva de declarar desierta la licitación para entregar el contrato de expedición de pasaportes, en la que esa compañía era la única proponente habilitada.

Sin esa demanda haciéndole sombra, quizás con un poco más de libertad, el veterano político de origen conservador volvió a arremeter contra el Gobierno. Su segundo trino fue más incisivo. “El jueves 30 de enero pregunté por este medio si el domingo 26 del mismo mes había sido un día fatídico para Colombia. Agregué mediante preguntas si se trataba de una tragedia o una comedia con elenco de segunda o de tercera. Recuérdenlo. Terminó siendo una tragedia”, comenzó. La diatriba siguió sin un destinatario concreto, pero es fácil asumir que se refería al nombramiento de Laura Sarabia como Canciller, al nombramiento del exsenador Armando Benedetti como jefe de gabinete de la Casa de Nariño, o a ambos: “Cuál sería mi sorpresa cuando apenas unos días después, alguien del elenco fue ascendido a las máximas alturas del Estado. Alguien a quien por mala suerte conocí. En un momento dado me acerqué al abismo de su alma. Allí asustan”.

El mensaje, retomado por varios líderes de la oposición, concluye con una grave acusación contra la supuesta forma en que el mandatario ha elegido a su círculo más cercano: “¿Ascendió porque conoce demasiados secretos non santos de hechos de los cuales hizo parte y lo está cobrando? ¿Lo afirmo yo? No. Lo dice la calle. Mejor dicho, es vox populi. ¿El dicho completo? Vox populi, vox dei. Y para qué decirnos mentiras, afuera lo saben”.

Ni Petro, ni Sarabia ni Benedetti han contestado. La nueva ministra ha usado sus redes para presentar a los dos vicecancilleres con los que ha conformado su equipo de trabajo: “Hoy junto a Daniel Ávila y Mauricio Jaramillo marcando nuestra hoja de ruta para esta nueva etapa. Gracias por acompañarme. Estoy segura del buen trabajo que haremos por Colombia”. El último mensaje de Benedetti en sus redes es una forma de defenderse de todo y de nada: “Qué jartera tener que escribir un X en este momento. Lo que han dicho de mí y lo que están diciendo es falso. Insisten en crear historias sin ninguna veracidad y en contra mía!”. El presidente, por su parte, se ha referido a distintos temas en su popular cuenta de X —Trump, el fascismo en Berlín, La Escombrera, el ELN— pero no ha dicho nada sobre los mensajes de Leyva.

Leyva (Bogotá, 81 años) ya había tenido un choque público con Benedetti cuando el primero era Canciller y el segundo embajador en Caracas. Días después de que se filtraran unos audios en los que el excongresista, político tradicional que fue clave para la elección de Petro acusaba al Gobierno de recibir 15.000 millones de pesos ilegales durante la campaña, el entonces ministro se refirió a él con desdén: “Me parece muy gracioso, en medio de todo es movimiento de noticias, es decir, a Benedetti cómo se le puede creer, es que es increíble, él mismo dice ‘yo soy un drogadicto’. Pónganse ustedes a pensar, ¿a ustedes les parece una buena fuente?”, dijo en una rueda de prensa.

Con sus recientes mensajes, quien fuera uno de los impulsores de la política de paz total del Ejecutivo se aleja del presidente, y entra en el grupo de exministros que han cuestionado públicamente al Gobierno tras dejar sus cargos. Alejandro Gaviria, primer ministro de Educación de Petro, se ha convertido en unos de los mayores críticos de la reforma a la salud de Petro, que está estancada en su trámite legislativo; Cecilia López, primera ministra de Agricultura, ha expresado su rechazo a distintas iniciativas parlamentarias propuestas por el Ejecutivo que a su juicio abrirían las puertas para la expropiación de tierras. Y José Antonio Ocampo, se ha quejado de algunas de las posturas fiscales del Gobierno. Leyva, a diferencia de ellos, fue parte de la guardia pretoriana del mandatario y no salió en medio de una ruptura política sino de un problema de contratación en la que siguió las indicaciones de Petro.

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Sobre la firma

Juan Miguel Hernández Bonilla
Periodista de EL PAÍS en Colombia. Ha trabajado en Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS, en Madrid, y en la Unidad Investigativa de El Espectador, en Bogotá. En 2020 fue ganador del Premio Simón Bolívar por mejor reportaje. Estudió periodismo y literatura en la Universidad Javeriana.
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