Tropiezos en la vida
La vida es bella cuando los ojos que la contemplan la miran con la pureza de un niño. La cabeza, y los pensamientos que en ella se encierran, no siempre cumplen las expectativas que uno ha sembrado en su infancia, etapa esta en la que iniciamos la planificación del camino hacia nuestro destino. La realidad vivida día a día dista mucho de esa senda diseñada en la niñez. Con el paso del tiempo, arrastrando a veces con desgana nuestros pasos, nos encontramos personas nuevas, nuevas sensaciones y pandemias puñeteras como la que estamos viviendo; situaciones que trastean el guion inicial. Esos tropiezos harán que, pasito a pasito, sin prisas, hagamos improvisaciones sobre la marcha a fin de encauzar adecuadamente nuestro rumbo para que la nueva vida nos siga ilusionando como cuando éramos niños. A fin de cuentas nuestra vida es un proyecto apasionante de I+d+i.
José Sánchez Blanco. A Veiga (Ourense)
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.