La tienda de comida de Barcelona The Pan’s Club ganó en 2022 el primer premio de la ‘Association pour la Protection de la Quiche’ con su tarta de espinacas y queso de cabra. Esta es la receta para prepararla en casa
Ahora que las espinacas y muchos tipos de setas están de temporada podemos combinarlas con pasta fresca rellena y una salsa de tomate (casera, a ser posible)
Este plato de Georgia con nombre de clave de wifi es una especie de untable de verduras muy picadas, que se mezclan con una salsa a base de nueces, ajo y vinagre (y más cosas)
Justo antes de que le pongas un candado al horno queremos proponerte este plato contundente, con su bechamel, ricotta y parmesano correspondientes. Lo preparamos con panqueques, no con pasta, como en algunos países de Sudamérica
¿Se puede hacer un platazo sabroso con unas simples espinacas? En Jaén han demostrado que sí esparragándolas con ajo, pimiento choricero, comino y huevo. El chef del restaurante Radis y su madre nos enseñan dos versiones.
Hasta ahora el pollo había sido el protagonista de las celebraciones relacionadas con la monarquía inglesa, pero Carlos III y Camila, junto al chef real Mark Flanagan, han escogido para su coronación una sencilla quiche de verduras
¿”Hacer pasta en casa” significa “sufrimiento” si no tienes experiencia en la materia? No siempre. Hay recetas como los gnudi, una especie de ravioli sin envoltorio, que salen bien a la primera.
La verdura cocida tiene fama de plato aburrido, pero si vigilas los tiempos de cocción y aderezas con gracia puede ser una cena fantástica. Aquí tienes consejos para dejarla al punto y tres salsas bien alegres.
Una bechamel cremosa y trocitos de espinacas retozando alegremente en ella, con un fruto seco para dar enjundia al mordisco. Las pasas dan un punto de dulzura mientras un rebozado crujiente lo envuelve todo.
La espinaca tiene fama de aburrida... porque la hemos recocido durante décadas. Bien cocinada es una delicia: aquí tienes un manual con muchas recetas para que te enamores sin remedio de ella.
La pasta más fácil de preparar en casa le da 20 vueltas a su versión industrial, se puede tunear con ingredientes que aporten color y sabor y está riquísima acompañada con una salsa sencilla de tomate.
La bechamel puede convertir la verdura menos popular en el más atractivo de los platos: en nuestra mano está cocinar las espinacas al punto para mantener la magia.
Una técnica muy sencilla para cocinar las espinacas descongeladas directamente en una sartén o cazuela. Sólo hay que escurrirlas bien para eliminar el exceso de agua y conseguir el mejor resultado.
Una buenísima manera de poner verduras en la mesa durante estas fiestas, con un gratinado que combina la suavidad de la ricota y la potencia del parmesano.
¿Tortilla cuajada o líquida? Ninguna de las dos cosas. La 'truita' típica del Priorat (Tarragona) se sirve bien regada de salsa, y lleva judías blancas y espinacas en vez de patatas y cebolla.
El aroma del queso gratinándose en el horno es uno de los mejores ambientadores para el hogar. Y si debajo hay un combo de pasta, bechamel y verduras de temporada, mucho mejor.
Calabacín, brócoli, zanahoria, espinacas, col... las verduras con las que se pueden hacer tortitas son muchas, y con nuestra fórmula podrás combinarlas hasta el infinito y más allá.
¿Odias las espinacas? Nosotros también, pero sólo cuando están tristes y recocidas. Esta verdura tiene más posibilidades de las que piensas: si quieres reconciliarte con ella, prueba alguna de nuestras tres recetas.
Buscamos la historia detrás de uno de los bocadillos más famosos del mundo y preparamos una versión primaveral, perfecta para llevar de excursión y comer al aire libre.
Son primos hermanos de los ñoquis, se hacen hasta con los ojos cerrados y llevan muy pocos ingredientes: los 'malfatti' serán tu nueva receta italiana favorita.
El verde lo pone una sencilla salsa de espinacas y perejil. El sabor, un caldo rápido de pescado, y el toque final, una caballa a la plancha. Invitados especiales: el limón, el puerro y el queso.
Acelgas, huevo cocido y quesos rellenan este pastel salado típico de la cocina genovesa. La receta es algo laboriosa, pero perfecta para celebraciones y ocasiones especiales.
El placer de morder una masa de hojaldre se une a un relleno cremoso gracias al queso, con la frescura de las espinacas como añadido y un toque cítrico y especiado para rematar.