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‘Indicios de Navidad’
EXPOSICIÓN

‘Indicios de Navidad’

Virginia Villacisla|

La autora identifica cómo estas fiestas se manifiestan no solo en decoraciones evidentes, sino también en pequeñas alteraciones del paisaje habitual, creando una tensión entre nuestro contexto ordinario y la estética navideña universal, profundamente arraigada e impuesta por la cultura occidental: homogénea, repetitiva y fácilmente reconocible

Exposición

‘Sanatorium (Georgia)’

Tskaltubo se encuentra en la región georgiana de Imericia y tuvo su auge en la época de la Unión Soviética, cuando fue transformada en ciudad balneario debido a su cantidad y calidad de agua termal. Se construyeron más de veinte sanatorios y en la década de los ochenta, cuando la ciudad alcanzó su apogeo, llegó a recibir anualmente la visita de entre 100.000 y 150.000 trabajadores soviéticos. El líder de la Unión Soviética, el georgiano Iósif Stalin, fue un visitante asiduo de estos balnearios. Pero tras la disolución de la Unión Soviética, Tskaltubo comenzó su decadencia y los sanatorios cayeron en desuso, pero no en el abandono, pues en ellos acogieron a muchos de los desplazados de la guerra de Abjasia. Hoy los edificios están en ruinas y algunos siguen habitados

Exposición

‘Equilibrio inestable’

Este trabajo es una reflexión personal sobre cómo la expectativa de perfección, éxito o eterna felicidad, impuesta socialmente, nos señala como personas fallidas por el hecho de ser solamente humanos, añadiendo el peso de la vergüenza, el dolor y el aislamiento al golpe de rompernos, a la travesía de reconstruirnos o a la simple elección de ser diferentes. Como telón de fondo empleo una estética inspirada en los años cincuenta, colorista y ordenada, a modo de escaparate público aparentemente perfecto y políticamente correcto

Exposición

‘El fondo marino’

El páramo, antiguo fondo marino hoy convertido en una llanura seca y deshabitada, inspira el fotoensayo ‘El fondo marino’, que, guiado por las palabras de Miguel Delibes y la práctica del caminar como forma de pensar el territorio, explora la vida de quienes aún resisten en esta tierra cada vez más vacía, marcada por sequías, heladas tardías y una crisis climática que expulsa a su gente; en su aspereza persiste la memoria del mar ausente, un paisaje emocional de pérdidas y permanencias donde la autora se reconoce y respira el viento como si, al atravesarla, el mar regresara. En palabras de Delibes: “Un mar gris y violáceo en invierno, un mar verde en primavera, un mar amarillo en verano y un mar ocre en otoño, pero siempre un mar”