Enchiladas vegetarianas
Rellenas de una sabrosa mezcla de hortalizas y frijoles con queso, cubiertas con una salsa fresca y especiada y rematadas con más queso fundido, estas enchiladas convencerán a todos los públicos.
Rellenas de una sabrosa mezcla de hortalizas y frijoles con queso, cubiertas con una salsa fresca y especiada y rematadas con más queso fundido, estas enchiladas convencerán a todos los públicos.
El arroz a la cazuela queda meloso y con el grano cubierto de sabroso caldo reducido. Juntarlo con setas y rematarlo con queso fundido le aporta un extra de cremosidad y enjundia.
Si la última comida del día te coge sin energías y con la creatividad bajo mínimos, estas recetas sencillas, saludables y económicas te ayudarán a resolverla con poco esfuerzo y sabroso resultado.
Llenar el horno de verduras una vez a la semana es una estupenda manera de poder utilizarlas después, rápidamente y sin demasiado esfuerzo, en todo tipo de platos fríos y calientes.
El sabor intenso de las setas se suma al umami de la pasta de soja fermentada en esta receta otoñal y reconfortante, ideal para superar con nota las primeras noches frías de la temporada.
No saben igual que una con carne, pero sí se puede conseguir que la versión vegetal sea firme y con mucho sabor. En esta receta te mostramos cómo lograr este resultado siguiendo varios trucos.
Cortar las verduras en rodajas sin que lleguen a separarse por la base ayuda a que queden más crujientes y se cocinen antes, además de deslizar salsas, queso y otros ingredientes en los huecos.
Le damos un par de vueltas a la crema de calabaza definitiva para llevarla a Japón, gracias al sabor del miso y el sésamo, y a Tailandia, con los aromas característicos de la lima y el curry.
Si la crema de verduras te parece aburrida, haz que baile con los piñones. Si quieres darle más enjundia a ese guiso, prepara una majada de almendras: los meses de frío son la mejor temporada para consumir estos alimentos saludables y polifacéticos.
Tres ingredientes bastan para preparar un acompañamiento que puede brillar tanto en una tostada como sobre un puré de patata o acompañando un pollo asado, un rosbif o salmón a la plancha.
Calabacín, huevo y, si se quiere, patata; un buen aceite de oliva, sal y tiempo para que todo se cocine lento y en su propio jugo: este aperitivo tradicional triunfará si usamos unos buenos ingredientes.
El puré de patatas es una base sobre la que prácticamente cualquier cosa queda deliciosa. Hoy lo combinamos con champiñones salteados con ajo y un huevo con la clara cocida y la yema cremosa.
Cortar el calabacín en tiras largas que recuerdan a la pasta italiana nos permite preparar platos ligeros y sabrosos con un simple salteado. El de hoy lo acompañamos con un pesto rojo de anacardos.
El tubérculo rey se sumerge bajo una capa de nata cremosa, suavizada por un poco de caldo de pollo y acompañada de cebolla pochada y queso fundente. El remate es un toque de mantequilla. Gratín, mon amour.
Si cuando se hace de noche te cuesta un mundo sacar la creatividad y energía necesarias para preparar la cena, estas sugerencias pueden hacerte la vida más fácil sin sucumbir a la comida a domicilio.
Con parmesano, con queso azul y con rulo de cabra: no son los guacamoles convencionales, pero sí un delicioso aperitivo en el que la intensidad del queso se suma a la cremosidad del aguacate.
El cocinero Miguel Ángel de la Cruz borda la gastronomía del paisaje, con ingredientes que él mismo recolecta
El 'naan' es un pan muy típico de algunas regiones de Oriente Medio. Si no tienes un horno tandoor para hacerlo, siempre puedes comprarlo en alguna tienda especializada y acompañarlo de esta rica escalivada de verduras.
Los platos únicos puntúan doble cuando el calor aprieta y las energías aflojan. Esta ensalada fresca viene con un truco para preparar una salsa cuya textura no tiene nada que envidiar a la mayonesa.
Muchos escuchan "milanesa" y piensan directamente en carne, pero lo cierto es que también puede prepararse con verduras. Nosotros la hemos hecho con berenjena y le hemos añadido mozzarella y tomate.
No es en absoluto un hummus tradicional y se le podría llamar "legumbres trituradas con cosas". Pero esta versión más cremosa y potente dejará satisfechos a los entusiastas de este sanísimo aperitivo.
La fruta que reina en el verano se acerca a otra protagonista de la estación, la barbacoa, para terminar en una ensalada con queso y frutos secos. Si no tienes pensado hacer fuego, siempre puedes usar la plancha.
Una versión que prescinde de la clásica anchoa, y se viene arriba con ingredientes aptos para ovolacteovegetarianos como el queso, el aguacate o los huevos de codorniz, añadidos a la suculencia de los encurtidos.
Una técnica sencillísima para meter más verdura en los platos de pasta, aprovechar restos en cantidades pequeñas o grandes y que también puede aplicarse a la verdura congelada. Todo sin ensuciar más que una cazuela.
Mientras esperamos la llegada de los higos disfrutamos las brevas con esta lujuriosa ensalada servida sobre pan, con una base de queso untuoso y una vinagreta con frutos secos para realzar el sabor del conjunto.
Ahora que estamos en verano empiezan a ganar presencia de nuevo las sopas frías. La que protagoniza la receta de hoy aprovecha que los tomates están en plena temporada y los une con un poco de pesto.
Con pimiento, berenjena y cebolla puedes hacer la base de un pisto o una escalivada -a falta de tomate-, pero hay preparaciones mucho más rápidas que harán brillar estos ingredientes con solo un golpe de sartén.
Si te gustan las palomitas pero se te queman o no se abren, o te cansa comerlas solo con sal pero no se te ocurre qué más ponerles, esto para ti. Con versiones italiana, mexicana y japonesa incluidas.
Una ensalada ácida, dulce y con un punto amargo gracias a la achicoria. Acompañada de un encurtido sencillo que podemos usar como acompañamiento de platos de pescado, carne o cremas de verduras.
El placer de morder una masa de hojaldre se une a un relleno cremoso gracias al queso, con la frescura de las espinacas como añadido y un toque cítrico y especiado para rematar.
La versión casera del chicharrón o costra mexicana se puede tomar como aperitivo tal cual, y también integrar en otras recetas que ganan con un toque de queso crujiente.
Las verduras cocidas y las crudas conviven alegremente en una ensalada a la que el queso feta aporta vidilla, la albahaca y los rabanitos frescura y el huevo casi duro lo remata todo con alegría.
Llegó a nuestra cocina por el hummus, pero podemos sacarle partido como ingrediente en salsas, galletas, brochetas de pollo o cordero, verduras asadas o batidos, además de prepararlo en casa desde cero.
Las tortitas de maíz con queso pueden convertirse en la nueva sensación de la cocina venezolana. El único secreto para que salgan bien es conseguir maíz fresco y una sartén que distribuya bien el calor.
Un estofado en el que las aceitunas potencian el sabor de un buen sofrito y algunas especias, que puedes preparar desde cero cociendo tú la legumbre o acortar los tiempos usando una versión en conserva.
Puede prepararse con cacahuetes enteros o su mantequilla, se aromatiza con ajo, y el vinagre y la salsa de soja le dan aún más vidilla. Esta salsa se convertirá en un básico en tu nevera.
Sea por su olor o por las consecuencias de su sobrecocción, las coles no gozan de buena fama. Aquí te proponemos un entrante muy sencillo de preparar para que les des esa segunda oportunidad que merecen.
La pasta fresca más sencilla que podemos hacer en casa, que tradicionalmente se toma en el Cono Sur el día 29 como símbolo de prosperidad económica, y un menú para el resto del día.
Inspiradas en un plato típico de la isla de Zante, en Grecia, estas berenjenas sólo llevan tres ingredientes y pueden funcionar como aperitivo, como guarnición y como salsa.
Un sofrito rápido de cebolla y tomate, un toque de hierbas aromáticas y unos huevos revueltos cremosos: este sencillo pero sabroso plato alegra el confinamiento, y viene con un menú para todo el día de regalo.