Tortilla de boniato especiado y feta

Aquí vienen dos recetas en una: una guarnición deliciosa de boniato al horno con bien de especias y aderezado con queso feta cuyos restos hemos convertido en una rica tortilla. Si ya tenemos a España dividida entre los concebollistas y los sincebollistas, no me quiero imaginar si ahora abrimos el melón de conpatatistas o conboniatistas. En lugar de tener que elegir, ¿Por qué no quedarnos con las dos?

En otoño y gran parte del invierno tenemos al boniato en todo su esplendor, con lo que es una idea fantástica alternar la patata por su primo más dulce. De hecho, al dulzor del boniato le viene muy bien algún ingrediente un poco subido de sabor salado o umami para darle contraste. Si no te gusta el queso, igual un poco de salchicha fresca de tu carnicería de confianza, panceta ibérica o un poco de jamón ibérico picado. Puedes cambiar el comino y el pimentón por tus especias favoritas, sin pasarte con la mezcla (con un par estará bien) y el perejil por cilantro, menta o albahaca.

Si te va más el pescado puedes ponerle unas migas de bacalao desalado al punto -que también le aportarán el umami del que hablábamos antes y sin dejarte un dineral, ya que son el formato más económico- o bonito en conserva bien escurrido. Por supuesto cualquier otra verdura asada o salteada puede formar parte de esta fórmula: calabaza, calabacín, pimiento, puerros, alcachofa y también setas. Si no suelta demasiada agua al cocinarse -para evitar el riesgo de convertir nuestra tortilla en un charquito- nos sirve. Sea cual sea tu preferencia, dale una oportunidad a esta nueva manera de hacer la tortilla.

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