Cocina muy fácil

Las horrendas versiones congeladas hicieron perder prestigio a nuestro marisco rebozado por excelencia. Es hora de recuperarlo en su forma más crujiente y ligera

Rigatoni, espaguetis o fusilli: no importa cuál te guste más, todos son perfectos para combinarlos con verduras de temporada como ocurre en esta receta

El microondas te puede servir para “asar” rápidamente ciruelas y que queden tiernas y jugosas. Si las combinas con ‘labneh’, yogur o cualquier otro lácteo cremoso tienes un postre inmediato

Saca las judías blancas del armario de invierno: las leguminosas también son válidas en julio cuando las mezclas con su vinagreta, cebolla y un buen manojo de perejil

Salteamos rápidamente la hortaliza y, mientras aún conserva su carnosidad, la aliñamos con una vinagreta cítrica, dejamos reposar para que se empapen bien de su sabor y los servimos frescos

El icono de la cocina nipona se prepara con ingredientes fáciles de encontrar, tiene un punto crujiente adictivo y puede añadirse a muchísimos platos, bocadillos o cremas frías

Este plato se prepara en menos de 30 minutos y admite la adición de otro tipo de verduras. Puedes acompañarlo con patatas cocidas o arroz blanco como guarnición

Hay platos de pasta, más allá de la clásica ensalada, que son aptos para los días de calor. Este, preparado con tomates en su mejor punto y mozzarella es uno de ellos

La crema de garbanzos de Oriente Próximo es menos popular que su pariente, pero le gana en simplicidad y en textura. También manchas menos cacharros con él, que siempre es un plus

¿Quieres darle un buen uso a la versión industrial de los ñoquis? Usa esta fórmula con tomatitos y espinacas, en la que las verduras son intercambiables por cualquiera que te guste

Añade sabores más frescos a tus platos y dale vida a la fruta menos madura con esta sencilla técnica a base de vinagre, azúcar, sal y tiempo

Las ‘chopped salads’ llevan todos los ingredientes muy picados y su gran ventaja es la versatilidad: se pueden tomar tal cual o dentro de cualquier pan o tortilla

Rápida, ligera y fresquísima: esta receta es perfecta para cuando el calor aprieta y para aprovechar esa lechuga que te mira desde el cajón de la nevera con cara de pena

La cebolla bien caramelizada, el punto de acidez de la sidra asturiana y el sabor a mar de estos cefalópodos de temporada dan como resultado un platazo que podemos preparar fácilmente en casa

Merece la pena encender el horno si es para hacer esta tarta que enaltece a las ciruelas acompañándolas con masa quebrada. Lo mejor de todo: también puedes prepararla con otras frutas de hueso

Cuando estas hortalizas se toman sin cocinar tienen un punto crujiente y fresco que las hace perfectas para una ensalada

Descendiente directo de la posca que bebían los legionarios romanos, el gazpacho líquido con trozos de hortalizas puede ser bebida o almuerzo ligero

Si sufres cada vez que tiras los bordes u otras partes de la pizza a la basura, te informamos de que pueden servir para hacer una ensalada deliciosa

Las hojas de endivia son el contenedor perfecto para servir distintas mezclas de ingredientes. Aquí las preparamos con espinacas y requesón, remolacha y yogur, y caballa marinada y patata

Hacer que esta verdura quede crujiente al horno es más fácil de lo que crees, y si lo acompañas de una salsa de cacahuete y sésamo consigues un entrante ideal

Lleva poco más que pimiento rojo, tomate y comino; funciona como tapa, guarnición o entrante, y se puede tomar frío o caliente: el plato típico de La Mancha es un descubrimiento multiuso

A partir de restos de pollo preparamos una ensalada facilísima con judías y cebolla. La culminamos con rodajas de limón tostado bien picadas

Los bocatas siguen siendo la opción imbatible para esos momentos de pereza en los que uno quiere mimarse un poco. Aquí tienes tres contundentes, variados y relativamente rápidos

La presentadora de ‘Equipo de investigación’ demuestra sus habilidades con un plato típico del sur de Francia y habla de su pasión por la cocina, de la famosa vaca y de su afición a los huevos

Tostamos el risotto en una sartén con un poco de mantequilla para que quede dorado y crujiente, y para morir del gusto