‘Jacket potatoes’, las patatas horneadas de interior cremoso
Si cocinas las patatas con la piel, que hace de chaqueta, quedan doradas y crujientes por fuera y suaves por dentro. Puedes comerlas así o añadirles tus ingredientes favoritos
Aunque también se conocen como baked potatoes (patatas horneadas), los británicos acostumbran a llamar jacket potatoes a estas patatas horneadas enteras con piel porque esta hace de chaqueta (jacket = chaqueta en inglés) durante la cocción. Queda dorada y crujiente por fuera y hace que su interior quede cremoso como un puré, esa es su gracia y así se han ganado su popularidad.
Existen muchas maneras de prepararlas que varían en ponerles sal en un momento u otro, en utilizar aceite, mantequilla o grasa animal o en hornearlas siempre cerradas o abrirlas a mitad de cocción. También hay quienes simplemente abren la patata una vez lista y aplastan un poco su interior con mantequilla para hacerlo más cremoso –como es nuestro caso hoy– o quienes la vacían, mezclan su interior con otros ingredientes, la vuelven a rellenar y le dan un último horneado –como registró Mikel López Iturriaga allá por 2014–.
Si perteneces a la legión de las air fryers te alegrará saber que puedes preparar las jacket potatoes a 200º C durante 30 minutos, añadiendo un chorrito de agua al inicio de la cocción para que no te quede la piel seca como una chaqueta de cuero al sol, y dándoles la vuelta cada 10 minutos.
Tiempo: 80 minutos
Dificultad: Lo hace casi todo el horno
Ingredientes
Para 4 personas
- 4 patatas medianas
- 4 lonchas de bacon
- 4 cucharadas de crème fraîche
- 120 g de gouda o cualquier otro queso de preferencia rallado
- La parte verde de una cebolleta
- 4 cucharaditas de mantequilla
- Aceite de girasol u oliva suave
- Sal fina
- Pimienta negra recién molida
Instrucciones
Calentar el horno a 200º C.
Lavar bien las patatas y pincharlas varias veces por todos sus lados con un tenedor.
Colocarlas en una bandeja de horno con papel vegetal o directamente encima de una rejilla.
Hornear durante 20 minutos dándoles la vuelta con cuidado en la mitad de la cocción.
Retirar las patatas del horno. Pincelarlas bien con aceite por todos sus lados y añadir sal y pimienta.
Hornear entre 45 y 60 minutos dándoles la vuelta de vez en cuando. Debe quedar la piel dorada y algo arrugada y el interior tierno. Para comprobarlo, introducir un cuchillo: si entra con facilidad, estarán listas.
Mientras las patatas se hornean, picar el bacon en tiras y dorarlo en una sartén.
Retirar las patatas del horno y esperar unos minutos para poder manipularlas sin quemarse (tanto).
Hacerles un corte en forma de cruz en la parte superior y apretarlas con cuidado con la mano para ablandar su interior.
Añadir una cucharadita de mantequilla, sal y pimienta en el interior de cada una de ellas y aplastarlo suavemente con un tenedor, como haciendo un puré.
Añadir encima el queso rallado, la créme fraîche, la parte verde de la cebolleta cortada en juliana y el bacon dorado o los toppings de preferencia. También se pueden comer tal cual.
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