Las 21 historias más grandes contadas en cinco años de BUENAVIDA
El mes en que la revista cumple un lustro, recordamos el día en que casi perdemos el beicon para siempre, cómo el veganismo se ganó un hueco en el 'mainstream' o la no tan loca idea de desayunar garbanzos
1. Dieta o deporte: una cuestión peliaguda
Atlético o Real Madrid, tortilla con cebolla o sin cebolla, vivir de alquiler o en propiedad, Francisco de Quevedo o Luis de Góngora… La vida se construye en base a elecciones de complejidad variable. Y en nuestros cinco años de historia, pocas con tanta enjundia como esta: si quieres adelgazar, ¿quemar zapatilla o pasar hambre? Tras revisar gran parte de la bibliografía científica al respecto y departir con dietistas-nutricionistas y médicos deportivos, las conclusiones quedaron claras y tomaron dimensión de portada en mayo de 2017: "La actividad física tiene muchos beneficios: reduce la enfermedad cardiaca, diabetes y cáncer, además de mejorar la salud y el ánimo […]. Pero hay evidencia limitada para sugerir que puede acabar con la obesidad […]. Solo hay una manera efectiva de adelgazar: comiendo menos", resume un artículo firmado por científicos de la Loyola University Chicago Stritch School of Medicine. Para borrar toda duda de esta victoria de la alimentación sobre el deporte, los expertos desmontan mitos arraigados como, por ejemplo, que la mecanización del trabajo (y, por tanto, menor movimiento del individuo) ha repartido kilos a diestro y siniestro. "No hay datos para sostener esta teoría. Pero es que, además, la mecanización sucedió en los años 60-70, por lo que no explica que la obesidad se haya disparado hoy en día", sostienen. Un matiz: para que surtan efecto, los cambios alimentarios han de ser duraderos.
Un metaanálisis de la revista JAMA ya ha advertido que no hay una dieta mejor que otra: solo la que se hace hasta el final. Y la merma de la ración ha de ir acompañada de la elección de alimentos saludables, pues también se sabe que es mucho más importante para perder peso comer sano que poco. Para terminar, una advertencia: no abandones el gimnasio porque, aunque la dieta adelgace más que el deporte, la falta de actividad física es dos veces más letal que la obesidad. Según un estudio publicado en American Journal of Clinical Nutrition, ejercitarse reduce el riesgo de muerte prematura por cualquier causa un 7,35%, mientras que tener un Índice de Masa Corporal (IMC) inferior a los niveles de obesidad lo hace en un 3,66%.
2. Desmontando el mito de lo ecológico
Probablemente, una de las batallas que más enemigos nos ha granjeado. "Cambiar a una agricultura ecológica implicaría que la mitad de la población mundial tenga que dejar de comer", arranca el ingeniero agrónomo Marco Antonio Oltra, profesor en la Universidad de Alicante. En efecto, su rendimiento es menor. La etiqueta no garantiza una disminución en la huella de CO2. Y ningún estudio le otorga una mayor calidad nutricional.
3. El reportaje que nos ayudó a entender la ciencia
"El Papa será infalible, pero los científicos no. Sin embargo, los errores científicos terminan por descubrirse porque, a diferencia de la religión y de la pseudociencia, hay libre discusión y, en cuanto aparecen motivos para dudar de una idea o un procedimiento, se examina o se reexamina", declaró el filósofo Mario Bunge a esta revista, en un reportaje de octubre de 2014 que explicaba los cambios de opinión de la ciencia, y que meses después ganó el Premio Prisma al Mejor Artículo de Divulgación Científica. Así, aprendimos que esta se halla en constante revisión, que existe la falacia de la evidencia incompleta (meter en un cajón análisis que ponen de relieve que un producto que interesa promocionar causa determinados males –ejem, el alcohol–) o que los cambios de paradigma no se realizan en base a un estudio, sino a todos los que atañen a un tema (metaanálisis). También supimos que, a veces, el que asienta conocimientos erróneos es el medio o el lector, al confundir correlación y causalidad. Un ejemplo: "Los niños de pies más grandes razonan mejor". Esto no significa que el tamaño de la extremidad los haga más listos, sino que los chavales de pies más grandes tienen más edad.
4. Los dientes, una preocupación superlativa
El odontólogo Iván Malagón enumeró causas poco conocidas que hacen que amarilleen a pesar del cepillado, como la edad (es inevitable: el esmalte se desgasta y la capa interior es amarilla) o el flúor de las pastas (que protege de la caries, por eso no se elimina). Dimos con la hora correcta del último cepillado del día: 20 minutos después de la cena. Y derribamos un mito: frotarlos con apio no blanquea.
5. Llamamiento urgente a repensar el desayuno
Ni es la comida más importante de todas ni saltárselo favorece el aumento de peso (hay gente incapaz de empezar el día comiendo, por falta de costumbre o cena previa abundante). Sin embargo, forma parte de esos pequeños placeres, ceremoniales y cotidianos, propios de sociedades mejores, según defiende el filósofo Ismael Grasa en su libro La hazaña secreta (Turner). Ahora que sabemos que importa, vayamos al contenido. Pese a ser una oportunidad para promover buenos hábitos en los más pequeños, como indica el dietista-nutricionista Aitor Sánchez, la bollería se ha convertido en el alimento estrella para la mayoría de ellos. "Ojo: hasta la casera es una bomba de grasas y azúcares", alerta su colega Daniel Ursúa. Desterrar estos productos es dar la espalda al sobrepeso, la obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares.
¿Alternativas? Habla Sánchez: "Huevos revueltos, una tostada con pimiento o un bol de yogur con frutos secos y manzana. También platos a los que culturalmente no estamos acostumbrados, como garbanzos con patatas o alubias con tomates". Y nada de repartir calóricamente. "Es poco efectivo. Hay quien cumple el consejo del 25% de las calorías diarias desayunando un bollo industrial", interviene Ramón de Cangas, miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética. En cuanto a la fruta, mejor entera que en zumo, ya que al ser exprimida pierde vitaminas, antioxidantes y fibra. Y la última revelación: dormir mal hará que su cerebro se decante por alimentos insanos, según un estudio publicado en The Journal of Neuroscience.
6. Cruzada contra las pseudociencias: no se ha librado nadie
"Tan temerario puede ser creer en los espíritus nocturnos como no distinguir entre un medicamento y un placebo". La frase, de Alfonso López Borgoñoz, presidente de la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico ARP-SAPC, pone el foco en la necesidad de luchar contra las terapias alternativas. Ya en 2016, nos posicionamos: la evidencia en contra de la homeopatía es abrumadora, y que a ti te funcione se debe a una serie de subjetividades que quedan eliminadas por el método científico. Desde entonces, no hemos parado de predicar la palabra de Carl Sagan, terror de los charlatanes. Contra la acupuntura (la Organización Mundial de la Salud le confiere cierta eficacia para aliviar el dolor, pero revisiones de estudios realizadas por Cochrane Collaboration concluyen que no sirve para nada), la bioneuroemoción (o el origen emocional de la enfermedad), la medicina ayurvédica (cuyos preparados suelen estar adulterados con metales pesados) o el Reiki (sanación a través de las manos). Entre el fisio y el osteópata, elige siempre al primero, garantía de título universitario (para ser osteópata en España basta con un cursillo). Y duda siempre –siempre– de la palabra de Gwyneth Paltrow.
7. #FreeBeicon
La OMS sacudió nuestras vidas, en octubre de 2015, con su advertencia de que comer carne procesada aumenta el riesgo de cáncer colorrectal. Ahora, las cifras: dos lonchas de beicon al día harán que sus probabilidades de desarrollar la enfermedad pasen del 5% al 6%.
8. A vueltas con la (in)felicidad, un debate que no cesa
Ni hacerse millonario. Ni mantenerse joven para siempre. El tesoro más codiciado de nuestros tiempos es alcanzar la felicidad. Pese a lo abstracto del concepto, hasta la Universidad de Harvard avala una vía para conseguirla, la resiliencia, o la capacidad de salir reforzado tras circunstancias adversas. En contra juegan el egoísmo, la queja y la envidia, resuelven los psicólogos. Pero, ojo, el buenrollismo ha empachado a expertos y acólitos, de modo que hemos pasado del optimismo a toda costa a la necesidad de experimentar emociones negativas. "Una tristeza ignorada puede convertirse en depresión", señala Ángel Luis Sánchez, psicólogo y director del Instituto de Desarrollo. Algo no ha cambiado: socializar ayuda a salir de la miseria, según la Universidad de Chicago.
9. También defendimos causas, como la de la leche de vaca
Para poder digerir el azúcar de la leche es necesaria una enzima llamada lactasa. En Asia y África, la mayoría de sus habitantes no la producen, por lo que son intolerantes a la lactosa. Pero en Europa, entre el 70% y el 90% de la población sí lo hace. Si pertenece a este porcentaje, los dietistas-nutricionistas lo tienen claro: la leche es un alimento biológicamente completo y muy apto para el consumo humano. El miedo a los antibióticos administrados a las vacas no es excusa. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) acredita que el porcentaje de leche con unos límites por encima de los que marca la legislación es exiguo. Sobre la sospecha de que propicia el cáncer, no hay conclusiones sólidas. Y los estudios apuntan a esto que resume la School of Public Health of Harvard: "Mientras que el calcio o los lácteos pueden reducir el riesgo de cáncer de colon, un alto consumo de este grupo de alimentos podría, posiblemente, aumentar al mismo tiempo el riesgo de cáncer de próstata y de ovario". Aquí sí hay evidencia: no favorece la mucosidad ni la osteoporosis.
En cuanto a su contenido en grasa –que empuja a muchos a la desnatada–, ni siquiera parece que sea tan nocivo como se sospechaba y, a largo plazo, optar por opciones enteras podría no repercutir en un mayor peso corporal ni riesgo cardiovascular, según la revista The Lancet, que reconoce limitaciones en el estudio. Eso sí: evítela cruda siempre. Aunque Cataluña haya regulado su venta, saltarse la pasteurización (ya sea industrial o casera) puede llevar al consumo de bacterias que provoquen diarrea, meningitis, fallos hepáticos o dolencias crónicas. ¿Y la de cabra? Proporciona más energía y la Fundación Española de Nutrición la recomienda para personas con problemas digestivos, como úlceras o gastritis.
10. Nos elevamos al ritmo de la ola feminista
La lucha por la igualdad entre hombres y mujeres ha impulsado denuncias en el ámbito de la salud y el bienestar, como la brecha de mortalidad cardiovascular entre sexos, debida, según José María Gámez, presidente de la Sociedad Balear de Cardiología, al infradiagnóstico de una patología en mujeres que hasta hace poco se consideraba de hombres. Se destaparon problemas, como que el 20% de las féminas tiene molestias vulvares durante la relación sexual (las causas son variadas, pero un buen acompañamiento médico podría resolverlo). Y salieron a la luz estudios incómodos para ellos, como Singles in America, en 2017, donde se aseguraba que la mitad de las mujeres solteras había recibido fotos íntimas masculinas sin haberlas pedido.
11. La polémica del 'nesting'
Los estudios señalan que quedarse en casa todo el fin de semana rebaja la ansiedad e ilumina la mente. Algunas voces en las redes acusaron la publicación de estas conclusiones como un modo de banalizar la pobreza. ¿Necesidad o tendencia? Un debate interesante.
12. El ADN deja de ser sagrado
Y los hábitos saludables pueden alterarlo. La historia de BuenaVida comparte cronología con la revolución epigenética. En septiembre de 2014 dedicamos una portada a esta nueva disciplina científica. Teresa Roldán, catedrática de Genética y directora adjunta de Investigación en la Universidad de Córdoba, la presentó así: "Hasta ahora, considerábamos las células como meras lectoras pasivas de un manual de instrucciones, el ADN, que les dictaba cómo comportarse. Hemos cambiado este modelo rígido por uno más flexible. El manual se lee con tachones o subrayados (las marcas epigenéticas) que afectan a la palabra o a párrafos completos". Manel Esteller, director del programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), fue uno de los pioneros en investigar en este campo, con el caso paradigmático de los gemelos monocigóticos, cuya carga epigenética deja de ser idéntica con el paso de los años.
"Cuando un gemelo empieza a fumar, a tomar drogas o se muda a una zona muy contaminada, aunque solo sea un año, su perfil epigenético puede desviarse de forma significativa", detalla. La otra cara de la moneda es la que describe Jörg Blech, biólogo, bioquímico y autor del libro El destino no está escrito en los genes (Destino): "Cuando damos un paseo o salimos a caminar, no solo quemamos calorías, también modificamos la actividad de los genes en el hipotálamo y desactivamos el efecto de aquel que nos abre el apetito". Si los cambios epigenéticos se heredan o no, es algo que aún se debe investigar más. Estudios con plantas así lo sugieren. De ser así, entraríamos en una nueva etapa donde el ejercicio que haga hoy determinará la expresión genética de sus nietos. Y no serás lo que comes, sino lo que comió tu abuela.
13. Contra la moda de quitarse el gluten
Solo el 1% de la población es celíaca, pero el 30% actúa como si lo fuera. La Universidad de Harvard alerta de un vínculo entre las dietas libres de gluten y un aumento del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Además, el precio de los productos es un 150% mayor, según otro estudio de la Universidad de Hertfordshire, en Reino Unido.
14. ¡Cena pasta!
Restringir los hidratos ayuda a adelgazar, pero solo a corto plazo. Y privarse de ellos por la noche resulta innecesario. Más interesante es que la pasta sea integral y la ración, mediana. Otro truco: acompáñala de hortalizas y pequeñas cantidades de alimentos ricos en proteína para que el pico de insulina sea menor.
15. Lo que sabes de las etiquetas tras estos cinco años
Que un producto se autocalifique como integral no quiere decir que lo sea (la ley se está reformando y, mientras tanto, si quiere un pan de grano entero, busque una buena panadería). La mayonesa light no está exenta de calorías (solo tiene un 30% menos de grasa que su variante convencional, pero sigue siendo mucha). Para saber la verdadera cantidad de pavo que lleva una bandeja de este fiambre, mire el porcentaje en la etiqueta: los hay con menos del 50% y otros que llegan al 92%. Que no lleve azúcares añadidos no significa que sea sano. Y "100% natural" no quiere decir "sin sustancias químicas" (aunque tampoco importa). Los ingredientes aparecen en la etiqueta de más a menos presentes (te sorprenderás con la posición del azúcar en un bote de kétchup). Lo fresco suele ser mejor, aunque hay procesados sanísimos, como las verduras congeladas.
16. Bacterias: una más en la familia
Nos lanzamos al abismo del conocimiento en junio de 2015, dedicando una portada a las 1.200 especies de bacterias que pueblan el intestino humano. Para empezar, aclaramos que estos microorganismos han dejado de ser huéspedes incómodos. "Estar libres de ellos es peor, porque con los alimentos que comemos elaboran sustancias que nos sirven como nutrientes que no habíamos ingerido",explica Francisco Guarner, jefe de sección del servicio de Aparato Digestivo del Hospital Vall d’Hebron, en Barcelona. La variedad es síntoma de una buena salud. Y su alteración se relaciona con diabetes tipo 2, enfermedades inflamatorias intestinales (que ya se combaten, con éxito, con trasplantes de heces), algunos tipos de cáncer y trastornos inmunológicos.
La flora intestinal también guarda un estrecho vínculo con la obesidad, pudiendo incluso condicionarla, según la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington. Y por si te faltaban razones para cuidar tu microbiota (buenos hábitos, mejor alimentación y una pizca de suerte –cada persona tiene la suya, como el ADN), otro hallazgo: modulando su ecosistema se pueden atenuar alteraciones de comportamiento (ansiedad, depresión) relacionadas con el estrés, según Yolanda Sáenz, investigadora del CSIC. Aún hay muchas incógnitas en este campo, como si los cambios en microorganismos son causa o consecuencia de la enfermedad. "Si se lograse entender llegaríamos a la medicina personalizada, porque la misma composición bacteriana tiene efectos totalmente distintos en cada persona", desliza el bioinformático Francisco Codoñer, director de Lifesequencing. ¿Un hito para el décimo aniversario?
17. Del paseo rapidito a la camiseta empapada
Esta revista nació con la moda del power walking (andar a paso ligero), que prometía aumentar la capacidad cardiorrespiratoria, disminuir la tensión arterial y el riesgo de enfermedades coronarias, retrasar la osteoporosis, aumentar la masa muscular, reducir peso… La panacea para los perezosos que concebían una sesión de running o spinning como el infierno en la Tierra. Pero de repente surgieron voces críticas con las recomendaciones más tibias, que también preconiza la OMS (150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada). "No es suficiente. Hay que incluir un trabajo de fuerza: al menos la tercera parte del entrenamiento", advertía la doctora en Medicina del Deporte Raquel Blasco. "El trabajo aeróbico de alta intensidad está recomendado para todo el mundo. Lo que pasa es que se tiene que hacer de forma progresiva y adaptada por un profesional", añadía el preparador físico David Marchante. Y en este ambiente de euforia, dimos la bienvenida al entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT), que combina distintos ejercicios de una elevada exigencia y corta duración para conseguir un gran impacto metabólico (seguir consumiendo calorías horas después). "El mejor ejercicio para perder michelines", titulamos en abril de 2015. Y su versión para superhombres y supermujeres: el temible crossfit, del que un estudio en Journal of Strength and Conditioning Research afirma que no es para todo el mundo (hay que estar muy en forma).
Investigaciones venideras cuestionaban que con la alta intensidad se perdiera peso, sino que se conseguía algo aún más valioso: sustituir la grasa por masa magra o músculo. Con los paseítos, no pasaba. Pero nos volvió a invadir la pereza, y pensamos que la electroestimulación era un posible atajo para perder peso sin inmutarse (hoy han cerrado la mayoría de los centros al estar sus beneficios en entredicho). Lo que sí permanece es la certeza de que hay que cuidar la fuerza: hacer pesas (o trabajarla sin instrumentos y solo con movimientos) garantiza una vejez sin achaques. Y los beneficios de correr son tantos, que ya no hay caminante que no se anime a acelerar la zancada. El sudor se ha impuesto… de momento.
18. El mensaje que más machacón: "el 'detox' no existe"
Para empezar, las "toxinas" que presuntamente elimina este plan de desintoxicación es un término arbitrario y ambiguo, dicen los expertos. El hígado y el riñón ya se deshacen de las sustancias sobrantes. "Y si usted las acumula, necesita un trasplante, no una infusión de perejil y acelgas", dice Julián Palacios, cardiólogo del Hospital Clínico de Madrid. Cuidado: hay gente incluso intoxicada por el detox, según un estudio publicado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que incluye los "batidos verdes" entre los 13 riesgos emergentes para la salud. El consumo desmedido de espinacas, acelgas y otras verduras ricas en ácido oxálico está disparando los casos de cálculos renales en Alemania, muy fans del herbolario. Curiosa paradoja.
19. El estudio que nos aguó la fiesta (con cervezas)
La revista Annals of Internal Medicine publicó en 2015 que las personas con grasa acumulada en el abdomen tienen el doble de riesgo de mortalidad que las que solo padecen sobrepeso u obesidad.
20. La ¿exagerada? Alarma del aceite de palma
Llevábamos 150 años tomándolo... y, de repente, la bomba. Un titular muy matizable que caló: "La Nutella provoca cáncer por su contenido en aceite de palma". Alcampo dijo que retiraba todos los productos con esta grasa. "No es tóxica ni peligrosa", tranquilizaron los expertos. Pero sí aumenta el colesterol malo y, por tanto, el riesgo de infarto e ictus. Está en galletas, pan de molde, precocinados...
21. Los veganos llegaron para quedarse
Hace cinco años, señalarse como uno de ellos era considerado una excentricidad o muestra de esnobismo. Hoy, el semanario inglés The Economist ha bautizado 2019 como el año en el que la ola veggie se volvió definitivamente mainstream. Y tener un amigo anticarne, por ejemplo, ha dejado de ser un incordio (de hecho, cadenas de comida rápida como Telepizza o VIPS ya ofrecen el 24% de su carta solo en verde). Conviene, sin embargo, aclarar que el veganismo no es una dieta, "sino una actitud", puntualizó ya en 2014 para esta revista Carol Pino, portavoz de la ONG DefensAnimal.org. Hacerse vegetariano es su primer paso lógico, confesó el entonces presidente de la Asociación Vegana Española, David Román. Luego, es el turno de las esponjas y jabones sin ingredientes de origen animal; de elegir prendas de algodón o sintéticas sobre las de cuero, lana o seda; de exigir información de todos los procesos de producción (también rechazan el uso de mano de obra infantil y modos poco respetuosos con el medioambiente).… En suma, bienestar animal y ética, resumían ambos.
La comunidad vegana tiene ya hasta su propia pasta de dientes (enriquecida con vitamina B12, el único nutriente del que una dieta vegetariana carece), y un partido político de ideología animalista, Pacma, que superó en las pasadas elecciones generales los 326.000 votos. También nos lo han puesto difícil con términos casi impronunciables, como flexitariano, es decir, el que consume mayoritariamente productos de origen vegetal, comiendo solo muy ocasionalmente carne o pescado. Según la consultora Lantern, el 6,3% de la población española se identificó en 2017 con esta opción, sobre todo, por razones de salud. Los estudios zanjan: los veganos no viven más que quienes siguen una dieta omnívora equilibrada, pero su patrón alimentario es, de lejos, mejor que el de repetir chuletón martes y domingos (la OMS recomienda un máximo de 500 gramos de carne roja a la semana; en España lo duplicamos). Además, según otro estudio publicado por la revista Journal of Hunger & Environmental Nutrition, quienes basan su dieta solo en lo vegetal se ahorran alrededor de unos 750 dólares (675 euros) al año. ¿Más rendimiento económico? Beyoncé y Jay-Z han incentivado a sus fans a volverse veganos a cambio de entradas de concierto gratis de por vida. Y no hace falta renunciar a las hamburguesas: en España, uno ya puede comer la réplica de laboratorio elaborada exclusivamente con moléculas vegetales, de la marca Beyond Meat. Sorpresa: está bastante rica.
Podrás disfrutar de este y otros artículos en el nuevo número demayo de BUENAVIDA, ya a la venta en quioscos y en Kiosko y más.
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