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George W. Bush anunció ayer que EE UU había entrado en guerra 'contra un enemigo que intenta esconderse, pero no podrá ocultarse siempre'. Éste es el comienzo, afirmó, de 'una monumental lucha entre el bien y el mal'. El mensaje presidencial fue muy duro, similar al emitido por el secretario de Estado, el ex general Colin Powell, y por los principales líderes parlamentarios.
La OTAN anunció anoche que apoyará una operación militar de EE UU si existen pruebas de que los más graves atentados de la historia registrados el pasado martes en Nueva York y Washington tienen una matriz extranjera.
Las cifras sobre víctimas no han empezado aún a adquirir la concreción y el enorme volumen que se teme. La Guardia Nacional, los bomberos y los equipos médicos siguen buscando entre montañas de escombros en lo que fue el World Trade Center de Nueva York y lo que es todavía el Pentágono.
Otro edificio se derrumba en Nueva York mientras los barcos transportan los cadáveres al depósito
Los taxistas arrancan asientos para cargar cadáveres y algunos niños siguen sin ser recogidos del colegio por sus padres
Nadie conocía ayer aún si había víctimas españolas. El consulado en Nueva York está constantemente en contacto con las autoridades locales para identificar cualquier turista o residente que podría estar entre los escombros.
El FBI mantenía anoche bajo su custodia a media docena de personas en Miami y Boston para interrogarlas en conexión con los atentados terroristas del martes, cuyos autores suicidas dijo haber identificado.
Parecen más gigantescas estaciones de autobuses que aeropuertos destinados a vuelos interiores en un país como Estados Unidos, donde la utilización del transporte aéreo es masivo.
Los pasajeros de uno de los aviones se sublevaron contra los secuestradores según los testimonios filtrados
"Los árabes lo empezaron. Ahora les vamos a mostrar la furia del pueblo americano". Algunos de los ciudadanos estadounidenses que en los chats de Internet dan rienda libre a sus sentimientos tienen muy claro quiénes son los culpables del mayor atentado de la historia: los árabes, los islamistas.
Ayer, mientras el Gobierno de Yasir Arafat trataba de borrar las imágenes de una población festejando en las calles los atentados contra Estados Unidos, Ariel Sharon desataba una gran ofensiva militar contra los palestinos con la excusa de combatir el terrorismo islámico.
A primeros de mes, los musulmanes de EE UU celebraban como un triunfo la presentación de dos sellos conmemorativos de dos de sus más importantes fiestas religiosas.
El ataque terrorista fuerza un reexamen de la política militar de EE UU en un mundo de amenazas difusas
'Estos asesinatos masivos tenían por finalidad aterrorizar a nuestra nación, pero han fracasado'. Con esas palabras, George W. Bush se dirigió a la nación. Era el final de un largo día en el que el presidente saltó con el Air Force One de Florida a Nebraska pasando por Luisiana.
Dos jueces antiterroristas han abierto una investigación sobre la red de apoyo en Francia a Osama Bin Laden, el 'sospechoso número uno' de los atentados cometidos el martes en Estados Unidos.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, ofreció ayer al Ejecutivo estadounidense toda la ayuda española que sea necesaria 'para que se haga justicia' tras los atentados del martes.
Los servicios de Información españoles han constatado que terroristas islámicos procedentes del norte de África, especialmente de Argelia, están utilizando España como plataforma para entrar en Europa y como lugar de refugio.
El Gobierno español apoya sin reservas las acciones que adopte Estados Unidos en respuesta a los atentados terroristas del martes en Nueva York y Washington y anticipa su disposión a prestarle las bases de Rota y Morón de la Frontera (Sevilla) si fuera necesario.
Los neoyorquinos vuelven su atención a las necesidades básicas como conseguir agua y alimentos
Los testimonios de los supervivientes son estremecedores, pero no existen imágenes de televisión que estén a la altura de las palabras, sólo una repetición cansina de las más conocidas.
La mayoría de los diarios europeos esperan una reacción contundente que puede acarrear grandes peligros. Mientras los más conservadores exigen en sus editoriales una mano fuerte contra los países que lo promueven, los diarios más liberales piden mesura y prudencia en la respuesta.
Las grandes potencias económicas unieron ayer sus fuerzas para alejar el temor a la recesión tras los atentados terroristas en Estados Unidos. Los bancos centrales europeo y japonés se apresuraron a inyectar 80.000 millones de dólares (15 billones de pesetas) en los mercados.
Los economistas y analistas bursátiles comenzaban a atisbar la luz al final del túnel en la recesión de la economía para finales de año, pero los atentados del martes han oscurecido el panorama.
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