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Los bancos centrales inyectan 80.000 millones de dólares para frenar la crisis

La reapertura de Wall Street, clave para determinar el impacto económico de los atentados

Las grandes potencias económicas unieron ayer sus fuerzas para alejar el temor a la recesión tras los atentados terroristas en Estados Unidos. Los bancos centrales europeo y japonés se apresuraron a inyectar 80.000 millones de dólares (15 billones de pesetas) en los mercados financieros, para garantizar la liquidez del sistema, con un ojo puesto en Wall Street, que prevé reanudar la cotización tras dos jornadas de parálisis. Su reacción será clave para determinar el impacto económico del peor ataque sufrido jamás por EE UU. Tras el pánico desatado el martes, las bolsas europeas experimentaron ligeras alzas. Las asiáticas, cerradas ya cuando se produjo el atentado, recibieron el impacto de lleno: Tokio cayó 6,6% y Hong Kong, un 8,8%.

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El Banco Central Europeo (BCE) y los ministros de Finanzas de la Unión Europea pusieron ayer a disposición de la Reserva Federal estadounidense 'toda la ayuda necesaria' para frenar las perturbaciones derivadas de los ataques terroristas. El comisario de Asuntos Económicos, Pedro Solbes, señaló que es 'difícil hacer una evaluación' de las repercusiones, aunque estima que el impacto en Europa será 'limitado'. 'Estamos respondiendo con rapidez a las reacciones de pánico', afirmó Wim Duisenberg, presidente del BCE, en el Parlamento Europeo.

Poco después de estas palabras, se conoció que el BCE y el Banco de Japón inyectaban 80.000 millones de dólares (unos 15 billones de pesetas) para ayudar a las instituciones a soportar el cierre de los mercados estadounidenses. El organismo con sede en Francfort concedió créditos por 63.000 millones de dólares a un interés fijo del 4,25% a 65 entidades europeas para evitar que la parálisis en EE UU les deje sin liquidez. 'Francfort quiere demostrar que está preparado y deseoso por mantener a salvo el sistema financiero', indica un analista experto en la zona euro. El Banco Central de Japón aportó los otros 17.000 millones de dólares.

El extra de liquidez fortaleció al dólar. La divisa estadounidense se cambió ayer a 0,9063 dólares por euro frente a los 0,9131 dólares del martes, cuando se depreció un 1,7%. Y, tras el anunció de la OPEP de que garantizará el suministro de petróleo, el barril de brent -crudo de referencia en Europa- bajó a 28 dólares.

'Estamos respondiendo con rapidez a las reacciones de pánico', aseguró Duisenberg, 'es esencial dar la imagen de que los bancos centrales pueden hacer frente a esta situación y de que pueden contribuir el mantenimiento de la competencia'. El presidente de turno del Ecofin (agrupa a los ministros de Finanzas de la UE), el belga Didier Reynders, coincidió con Solbes en que es todavía 'prematuro' conocer cuáles serán las consecuencias económicas de lo ocurrido, sobre todo en un momento en el que Estados Unidos estaba sufriendo una desaceleración en su ritmo de crecimiento, con las consiguientes repercusiones sobre Europa. Pero Reynders, como Duisenberg, afirmó que la UE está 'preparada' para reaccionar. 'Serán adoptadas todas las medidas para asegurar el correcto funcionamiento de los mercados y la estabilidad del sistema financiero', aseguraron en un comunicado conjunto del Ecofin, el BCE, los gobernadores de los bancos naciones y la Comisión Europea.

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En otro comunicado, el G7 animó a restablecer el orden: 'Estamos comprometidos en garantizar que esta tragedia no afecte a toda la economía munial'. La asamblea que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial tienen previsto celebrar este mes en Washington será probablemente suspendida.

La reanudación de la cotización, prevista para hoy, de las bolsas estadounidenses acapara la atención. La reacción de Wall Street servirá de termómetro para medir el impacto de los ataques. Si la historia se repite, el índice más veterano de la Bolsa de Nueva York reanudará a la baja su cotización tras el ataque en las Torres Gemelas de Nueva York y la sede del Pentágono en Washington. En las seis crisis estadounidenses desde 1898, incluido el bombardeo de Pearl Harbour, el Dow Jones ha reaccionado con pérdidas.

Cautela bursátil

A la espera de la sentencia del mercado neoyorquino, la consigna es cautela. En ese mar de dudas, las bolsas europeas titubearon durante toda una jornada dominada por la volatilidad. Muchas bolsas comenzaron a la baja, contagiadas por los derrumbes de la víspera, pero se recuperaron. El Ibex cerró con una subida del 0,11%, mientras la Bolsa de Madrid ganó 0,52%%. Londres y París escalaron un 2,8% y un 1,3%, respectivamente, después de que ayer padecieran su mayor caída desde el crash bursátil de octubre de 1987. Francfort subió un 1,44%. Las Bolsas de México y Argentina no cotizaron. Sao Paulo subía, a pocas horas del cierre, un 3,5%.

Las bolsas asiáticas se desplomaron ayer, ya que por razones horarias no tuvieron tiempo para reaccionar el martes. En Japón, el Nikkei perdió un 6,6%, hasta su nivel más bajo en casi 18 años, mientras la Bolsa de Hong Kong se dejaba un 8,8%. 'Se trata de otro duro golpe para Asia', explica Andy Xie, economista de Morgan Stanley en Hong Kong. La incertidumbre llevó a laa grandes firmas de inversión y gestoras de fondos a suspender sus operaciones.

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