Berlín evacua Exteriores ante una amenaza de bomba

El Gobierno alemán se está preparando ya para las repercusiones que podría tener la, a su juicio, inevitable represalia estadounidense contra los terroristas y sus cómplices, según señalaron ayer varios de los más importantes ministros alemanes. En una rueda de prensa conjunta, sobre todo, el ministro del Interior, Otto Schily, destacó que para la seguridad interna de Alemania por el momento no hay ninguna amenaza, lo que, sin embargo, podría cambiar 'dependiendo de la forma que tome la reacción estadounidense'. Schily hizo repetidas referencias a este 'contraataque'.

El portavoz jefe del Gobierno, Uwe-Karsten Heye, evitó responder a la pregunta de si la 'solidaridad' con EE UU anunciada por el canciller alemán, Gerhard Schröder, incluye también la aceptación de cualquier tipo de represalia. Schröder insistió ayer en esta solidaridad ante el Parlamento. Para el canciller, los atentados en EE UU demuestran que 'la seguridad ya es indivisible' en este mundo globalizado.

Las diversas amenazas de bomba registradas en el país, una de ellas contra el Ministerio de Asuntos Exteriores, que tuvo que ser evacuado, 'no han de confundirse con un peligro serio', según Schily. En su conjunto, el Gobierno intentó dar ayer una impresión de serenidad. El ministro de Defensa, el hasta anteayer duramente criticado Rudolf Scharping, destacó que el Ejército alemán, a diferencia del estadounidense, no ha sido puesto en estado de alarma. Y el ministro de Finanzas, Hans Eichel, subrayó la excelente coordinación en el seno del G-7 para evitar que los atentados conduzcan también a un desplome de los mercados financieros internacionales. 'No hay ninguna razón para esbozar escenarios de crisis', afirmó.