España quiere que la represalia de EE UU sea 'legítima y proporcional'
Trillo espera que Washington actúe cuando esté 'bien informado' sobre los autores
El Gobierno español apoya sin reservas las acciones que adopte Estados Unidos en respuesta a los atentados terroristas del martes en Nueva York y Washington y anticipa su disposión a prestarle las bases de Rota y Morón de la Frontera (Sevilla) si fuera necesario, pero quisiera que esa represalia cumpliera algunos requisitos: que fuera 'legítima, bien informada, comunicada y proporcionada', en palabras del ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa.
Hasta última hora de ayer, Washington no había pedido utilizar las bases españolas para una eventual operación de castigo, según las fuentes consultadas. Su única demanda había sido de información sobre grupos terroristas, dirigida al Cesid como a los demás servicios de inteligencia aliados. Aunque el Gobierno norteamericano sabe, desde el martes por la tarde, que tiene todo el apoyo español que necesite, político y material, para 'hacer justicia', en palabras de Aznar.
Ante la seguridad de que la represalia militar se va a producir, aunque aún no se sepa cuándo ni contra quién, Federico Trillo-Figueroa adelantó ayer los criterios que debería cumplir, a juicio de las autoridades españolas.
En declaraciones a la Cadena SER, el ministro de Defensa se felicitó de la intervención televisiva que realizó el presidente Bush en la madrugada de ayer (hora española), porque a su juicio demuestra que el presidente de EE UU está pensando en una 'respuesta legítima, bien informada, comunicada y proporcionada'.
El término 'legítima' alude a la necesidad de que cuente con cobertura en el derecho internacional. En esta línea se inscribe el acuerdo adoptado ayer por el Consejo Atlántico de considerar que el artículo 5 del Tratado de Washington ampara a EE UU y compromete a los demás miembros de la OTAN a respaldarle, si se determina que los atentados fueron dirigidos desde el exterior.
La operación debe estar 'bien informada'; es decir, dirigida hacia los responsables últimos de las matanzas, evitando que investigaciones posteriores pongan en cuestión una identificación precipitada de los presuntos autores.
También debe ser 'comunicada' a los países aliados, evitando que se repitan situaciones como la de los ataques contra Irak de principios de año, que pillaron por sorpresa a la mayoría de los Gobiernos europeos, incluido el de Madrid. Las reuniones de la OTAN y la UE deberían garantizar que eso no va producirse.
Por último, debe ser 'proporcionada', aunque fuentes gubernamentales admiten que 'es prácticamente imposible encontrar algo proporcional a la voladura de las Torres Gemelas'.
Los datos que tiene el Gobierno español apuntan a que la respuesta militar de EE UU no será inmediata, lo que se elogia como muestra de una prudencia imprescindible en un momento tan delicado. Pero que también respondería, según las fuentes consultadas, al desconcierto provocado por una tragedia tan colosal como inesperada y a la necesidad que tiene la Administración norteamericana de poner orden en su propia casa antes de recabar apoyos en el exterior.
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