La visita al rodaje en las propias Cortes remueve la memoria de aquella dramática jornada de hace 43 años. Haber participado en el golpe acentúa la impresión
El verdadero asalto al Congreso de los Diputados se produce desde dentro, con luz y taquígrafos, en cada sesión parlamentaria, de forma en apariencia arriera
Con motivo del 40º aniversario del intento del golpe de Estado, mostramos una selección de fotografías de aquella prueba de fuego que la naciente democracia española superó con éxito.
Nicolás Pérez-Serrano, letrado en las Cortes hasta 2019 y Juan Luis Herráiz, jefe de mantenimiento en el Congreso de los Diputados, narran su experiencia de aquel día hace 40 años
El 10 de mayo de 1981 EL PAÍS publicaba un reportaje sobre cómo niños y adolescentes habían vivido el asalto del teniente coronel Antonio Tejero al Congreso y el miedo y el nerviosismo de sus familias pegadas al transistor. Con motivo del 40º aniversario de la intentona golpista, recuperamos aquel reportaje de Sara Cormenzana
El guardia civil José Antonio Iglesias fue reclutado a última hora para participar en el golpe. Nicolás Pérez-Serrano era el secretario general del Congreso
Los asaltantes del Congreso esquilmaron el bar y dejaron una deuda equivalente a más de 7.500 euros actuales, incluidas 121 botellas de alcohol de alta graduación
El nieto del dictador deplora que los periodistas no tuvieran libertad de movimientos y muestra su desprecio al Gobierno no dirigiéndole la palabra a la ministra de Justicia
Los fotógrafos Manuel Barriopedro y Manuel de León cuentan cómo sacaron los carretes escondidos en los calzoncillos y en un zapato en el 23 de febrero de 1981
‘EL PAÍS con la Constitución’ relata cómo este periódico se enfrentó al golpe de Estado del 23-F. La película se emitirá el martes 23 a las 22h. en ELPAÍS.COM
Cuando el escritor mexicano Daniel Saldaña París fue a estudiar a Madrid no sabía que compartiría edificio con el famoso teniente-coronel Antonio Tejero
“Tuvimos la inmensa suerte de que el golpe del 23F se improvisó; les entró la prisa y cometieron todos los errores posibles”, recuerda ahora Alberto Oliart, el ministro de Defensa que llegó tras la intentona