Piedras en el riñón, falta de energía, pérdida de peso... los motivos por los que famosos que abrazaron el veganismo abandonaron esta dieta, a análisis
¿Es realmente posible seguir una alimentación sin productos animales sin que repercuta sobre la salud?
Si imaginas cómo se alimenta Thor para estar en forma, probablemente te venga a la mente una montaña de pechugas de pollo y otros platos a rebosar de proteína para sus músculos. Sin embargo, según contaron Chris Hemsworth (quien interpreta a la deidad de Marvel) y su entrenador personal, Luke Zocchi, durante la promoción de Thor: Ragnarok (2017), el actor se preparó para el papel siguiendo una dieta estrictamente vegana: “Fue un experimento que intentamos para ver si podía mantener el músculo siendo vegano, y nos sorprendió porque todos tenemos esa mentalidad de tener que comer proteína animal, pero es posible obtener una gran cantidad de este nutriente de las legumbres”.
La idea, según publicó la revista Men’s Health, fue de su hermano pequeño, el también actor Liam Hemsworth, a quien tampoco le faltan unos buenos bíceps. Por aquel entonces, el menor de la familia no dudaba en publicitar las bondades de esta dieta. “Comer de esta forma no tiene ningún aspecto negativo. Todo lo que le encuentro es positivo tanto mental como físicamente. Me encanta y siento que ha sido el inicio de un efecto dominó en el resto de los aspectos de mi vida”. Pero aunque solo hayan pasado tres años, lejos han quedado aquellos piropos a esta dieta animal friendly. Ambos han vuelto a consumir carne. Como ellos, muchas otras celebridades han abrazado este tipo de dieta y luego han decidido aparcarla. Además de sus cambios de hábitos, tienen en común que todas lo achacan a motivos de salud.
Inevitablemente surge la duda: ¿es acaso incompatible una alimentación estrictamente vegana (que no incluye huevos, leche ni otros derivados animales) con mantenerse sano? La respuesta es no, siempre y cuando haya mucha variedad en lo que comemos, explica la dietista-nutricionista, profesora en la Universidad de Zaragoza e integrante de la Academia Española de Nutrición y Dietética, Iva Marques: “Ninguna dieta, ni la omnívora ni la vegetariana ni tampoco la vegana, están exentas de que puedan surgir problemas. Este es precisamente el truco de una nutrición óptima. Y no solo de tipos de alimentos, sino dentro de un mismo grupo. Cuanta más diversidad, más vitaminas, más fitoquímicos, más minerales…. En general, más posibilidad de cubrir las necesidades”.
Volvamos al caso de los Hemsworth. Resulta que el promotor del veganismo en la familia, Liam, decidió dejarlo cuando empezó a sentir cierto letargo y le apareció un cálculo en el riñón. ¿Es que acaso el motivo de una molesta piedra es no comer animales? La inevitable duda la aclara Marques: “Hay algunos estudios pequeños que relacionan la posibilidad de que dieta vegana cause este tipo de problemas porque se suele ingerir mucho ácido oxálico (vitamina C). Sin embargo, no son concluyentes, es decir, no está demostrado que sea así. Habría que analizar el caso concreto. Los cálculos renales son depósitos duros de sales minerales y pueden surgir por diversos motivos: exceso de sodio, de purinas o de vitamina C”.
La experta se inclina hacia otras causas (una predisposición genética o una baja ingesta de líquidos) y explica que con un buen equilibrio no tiene por qué ocurrir. Lo dicho, en el plato debe haber variedad y para ello es tan sencillo como seguir las sencillas directrices de la Universidad de Harvard. Una comida debe estar compuesta por un 50% de verduras variadas y frutas, un 25% de cereales integrales y el 25% restante de proteínas sanas, que pueden provenir sin ningún tipo de problema de alimentos vegetales (algunos tienen incluso más que un entrecot).
Con la consulta de un Hemsworth finiquitada toca abordar la del otro. “Se puede muscular sin problema con una dieta vegana, solo hay que tomar la cantidad de proteína adecuada (hasta 2 gramos por cada kilo de nuestro peso) y hacer ejercicios de fuerza. Además, se deben tomar en las tres o cuatro horas posteriores al entrenamiento, que es cuando hay más anabolismo y no se deben dejar de lado los carbohidratos (tres porciones de hidratos por una de proteínas)”, aclara Marques. Conclusión: algo debió hacer mal Thor para que al principio le fuera tan bien con su dieta y pasado un tiempo la cosa fracasara. Igual simplemente moría por un buen trozo de carne y era más fácil echar las culpas a las exigencias del guion para no arruinar esa reputación de amigo del medio ambiente que se había ganado. Nunca lo sabremos.
Estos hermanos no son el único caso de personalidades públicas que han sido veganos y luego lo han dejado. Al igual que Liam se quejaba del letargo, otros famosos como Anne Hathaway también han achacado a este tipo de dieta una sensación de falta de energía. En su caso, dejó de comer productos de procedencia animal para adelgazar para interpretar a Catwoman en El Caballero Oscuro. La Leyenda Renace. Sin embargo, pocos años después, otro papel (el de Interestelar) hizo que volviera a consumirlos porque —según dijo— era físicamente muy demandante y se sentía débil. “Los niveles bajos de energía aparecen cuando el aporte proteico no es el adecuado y cuando se agotan las reservas del organismo su función se empieza a alterar”, explica la experta, quien añade que también le puede ocurrir a un omnívoro. A diferencia de Thor, la actriz reconoció a Harper’s Bazaar que el momento en el que dejó la dieta fue cuando no se pudo resistir a una pieza de pescado en un restaurante islandés.
El mismo problema de la falta de proteínas fue el que hizo que el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, volviera a comer animales (algo que había dejado de hacer tras ser operado del corazón en 2010). “Las proteínas tienen una función biológica muy alta y variada. Y uno de los síntomas previos a la desnutrición proteica es el cansancio”, reitera Marques. Pero es posible llevar una dieta sin ningún tipo de producto animal en la cual no haya un déficit en este sentido. Simplemente, “hay que poner más atención. Es necesario que haya al día tres o cuatro raciones de este nutriente y se pueden obtener de la soja y sus derivados (como el tempeh), de otras legumbres (como los cacahuetes y altramuces) o de cereales como la quinoa. Y deben alternarse porque algunas tienen mucha calidad biológica, pero son de peor digestión que otras”, explica la experta.
Las semillas y los frutos secos también son otra fuente de proteínas para un vegano, aunque no deben ser la principal, dice la experta: “Habría que comer una cantidad enorme para cumplir los requisitos necesarios de este nutriente y eso sería un aporte excesivo de grasa para el organismo”. Para hacernos una idea, una ración saludable de frutos secos es de unos 30 gramos, una cantidad que se debería consumir al menos cuatro veces a la semana (a quien le gusten, esta cantidad es admisible a diario). Esta cantidad no engorda. Quizás comer un poco más de este alimento fue lo que le faltó a la dieta de Samuel L. Jackson, quien dejó el veganismo por perder demasiado peso. Algo que, según Marques, “es habitual porque los alimentos vegetales son muy ricos en fibra y esto tiene un poder saciante muy alto. Además, las digestiones pueden ser más lentas y pesadas según lo que se coma“.
Mantener un peso saludable con una dieta vegana es una vez más una cuestión de seguir una dieta equilibrada y variada. “No se puede ser vegano a base de crudités y ensaladas, pero tampoco a base de ultraprocesados (que también los hay) porque se engordaría”, aclara la experta. De ahí que personas como el actor Channing Tatum, a quienes les gustan apenas cuatro cosas de comer, no puedan mantener esta dieta y otras, una vez la abrazan, no la dejan (casi) por nada del mundo.
Un ejemplo claro es el de la actriz Natalie Portman, apasionada activista de diversas causas entre las que se encuentran el medio ambiente y los animales, que solo ha retomado ciertos productos de origen animal cuando ha estado embarazada. Nada de carne, solo huevos, leche y derivados. “Hay muchas mujeres veganas que se pasan al vegetarianismo durante la gestación y la lactancia”, explica Marques. ¿Es que acaso es misión imposible compatibilizar ambas cosas? “No, se puede ser vegano, pero hay que estar muy atento a los alimentos claves —como el yodo, el hierro, el calcio— tanto para la madre como para el desarrollo del bebé y hace falta suplementación”, concluye la experta.
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