
Reparación
Y ahí me ven, inclinado sobre la tabla de planchar fingiendo arreglar una camisa. Nadie diría que intento adecentarme a mí mismo

Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Y ahí me ven, inclinado sobre la tabla de planchar fingiendo arreglar una camisa. Nadie diría que intento adecentarme a mí mismo

Columna de Juan José Millás.

Cuando yo muera se morirá otro porque yo no estaré ahí. Jamás estuve en eso que llaman pomposamente el “yo” y que siempre percibí como una prótesis

Columna de Juan José Millás.

Mis amigos creen que callo porque estoy deprimido y no me atrevo a decirles que hay también una ecología de la oralidad

Columna de Juan José Millás

El vecino viudo y yo continuamos haciendo la compra juntos. El hombre, obsesionado por adquirir artículos de color negro, se quejaba amargamente del poco valor que se le da al duelo en nuestros días

Si me fuera dado llenar las cuartillas con mi sangre, el significado, impulsado por una bomba tan potente como la del corazón, trotaría por mi escritura como los leucocitos y los trombocitos por las arterias

Columna de Juan José Millás.

Estoy enfadado porque se me ha caído un botón de una de las camisas que más me gustan. El botón de mi camisa representa todo el peso del mundo


La conjunción está muy bien inventada. No sabemos qué se descubrió antes, si la conjunción o la bisagra, pero quizá aquella se inspiró en esta o viceversa

Columna de Juan José Millás.

Es más fácil colocar una preposición que hacer frente a un arreglo doméstico


Cada uno de nosotros somos un teatro donde sucede esa rareza que llamamos “yo”

Columna de Juan José Millás.

Si la oración gramatical pudiera compararse con un cuerpo, el adverbio cumpliría las funciones del hígado, pues segrega los jugos que ayudan a la digestión de los significados distribuidos a lo largo del texto


El verbo es un artefacto gramatical ingeniosísimo. Sirve para saber que mamá “abandonó” a papá, pero indica también el momento en el que se produjo

Cada especie elige la relación con su medio. La humana ha elegido devorarlo con la insensatez del que se alimentara de los muebles de su salón y luego de los de su dormitorio y luego... de su casa entera

Cuando un sustantivo da con el adjetivo adecuado, se casa con él y con el tiempo, cuando se vuelve previsible, se descasa


Somos ricos en sustantivos, podríamos decir, y sin embargo con frecuencia decimos que nos faltan palabras para expresar esto o aquello


No hay alegría en este bote de garbanzos rescatado del fondo del armario, cuando estaban a punto de caducar. “Os he salvado la vida”, les digo


¿Nunca habéis visto un edificio ansioso, un barrio ansioso, una ciudad ansiosa?


Los vagones del metro van cargados de ángeles caídos, no caídos por su soberbia, sino porque han sido creados por un dios minusválido.

España necesita mucho mantenimiento y no siempre tenemos a mano el especialista en esto o en lo otro, por lo que conviene aplicar remedios caseros de urgencia. La cinta americana es el más eficaz


Si un cuadro falso de Picasso (y debe de haberlos a miles) fuera autoconsciente, sería más genuinamente de Picasso que los que pintó él

Esos círculos del primer plano de la izquierda están formados por concertinas. La primera vez que oí este término creí que se refería a algo hermoso, como la primera vez que escuché las palabras sentina o purines. Hay sonidos que engañan. Las sentinas son las cloacas de los barcos; los purines, las aguas podridas; las concertinas, la versión moderna de los alambres de púas de toda la vida, con los que se cogía el tétanos.

Vi por la tele la ceremonia de la inauguración del nuevo curso judicial y quedé fascinado por la exhibición del vestuario de los participantes

Dan ganas de aplicar un poco de crema hidratante a la fotografía en una especie de vudú inverso que no funcionaría porque lo que vemos es muerte pura y dura

Debemos aprender a conciliar el progreso con el desprogreso cuando no sabemos muy bien en qué consiste lo primero y en qué lo segundo

Todos sabemos, en fin, todos los hombres hemos pasado por ese trance del calcetín deprimido, que con frecuencia es un reflejo de nuestro propio hundimiento

Lo que más llama la atención del ser humano es que sabe quién es, pero ignora de qué está hecho
