Miénteme, dime que podemos
El problema de la economía española no es de diagnóstico: lo tenemos, sabemos qué hay que hacer. El problema es que ya no puede retrasarse el comienzo de unas reformas que no serán indoloras
El problema de la economía española no es de diagnóstico: lo tenemos, sabemos qué hay que hacer. El problema es que ya no puede retrasarse el comienzo de unas reformas que no serán indoloras
No es inteligente satanizar a las entidades financieras españolas porque no prestan más. Su solvencia es una ventaja competitiva que no hay que poner en riesgo. Contra la crisis hay otros recursos
Brasil ha logrado un espectacular despegue de su economía, la confianza del capital internacional y un protagonismo creciente de sus empresas en el mundo