Sin bancos no hay paraíso
No es inteligente satanizar a las entidades financieras españolas porque no prestan más. Su solvencia es una ventaja competitiva que no hay que poner en riesgo. Contra la crisis hay otros recursos
Pasión por las minorías
No es la revolución, pero da resultados
Brasil ha logrado un espectacular despegue de su economía, la confianza del capital internacional y un protagonismo creciente de sus empresas en el mundo