España es un país de caza. Más del 90% de su superficie es terreno habilitado para la actividad cinegética. El galgo, por su condición física y su velocidad, es la raza más empleada en la modalidad de caza menor. No todos corren la misma suerte. Muchos son abandonados al finalizar la temporada o al término de su vida ‘útil’. Desde la Plataforma No a la Caza (NAC) estiman que en España ‘sobran’ anualmente unos 50.000 galgos. El Seprona únicamente registró el abandono de 52 de estos perros en 2018
Cada año, terminada la temporada de caza, se abandonan o sacrifican miles de perros de esta raza en España. Las asociaciones en su defensa se han movilizado para reclamar una ley que lo castigue