El próximo domingo la sonda Phoenix descenderá sobre Marte. Es una complicada operación con la que los ingenieros de la NASA confían en saber algo mas sobre el agua congelada, la meteorología y el ambiente del planeta rojo.En el momento de entrar en la atmósfera marciana, la nave usará un escudo térmico, que le ayudará además a reducir velocidad. Lo mismo que el paracaídas supersónico que desplegará a su entrada. Sus tres pies se asentarán en la superficie gracias a varios cohetes.Que todo ello salga bien no es fácil. De hecho, la mitad de las sondas enviadas a este planeta no lograron aterrizar. Pero si no hay problemas, Phoenix comenzará a tomar muestras en el lugar previsto, el polo norte marciano. A partir de este momento intentará descubrir si hay indicios de vida y si Marte es habitable, una información que enviará a Tierra y puede que comience la cuenta atrás para una misión con tripulación a Marte.
Un alto cargo de la agencia propone un viaje de ida y vuelta al planeta rojo en 2018 o 2020 para obtener muestras y analizarlas ø La misión costaría hasta 3.000 millones de euros
La sonda se ha acercado a sólo 250 kilómetros de la superficie del planeta. La Agencia Espacial Europea está de celebración. Su sonda pionera "Rosetta" se ha acercado con éxito a Marte y, en un momento de la maniobra, ha estado a tan sólo 250 kilómetros del planeta Rojo.