
A la espera del prodigio
Llegué a intuir que había dos maneras de instalarse en el mundo: frente a la pantalla doméstica, sin aguardar ya nada de la vida, o frente al infinito, a la espera de un prodigio

Llegué a intuir que había dos maneras de instalarse en el mundo: frente a la pantalla doméstica, sin aguardar ya nada de la vida, o frente al infinito, a la espera de un prodigio





Necesito que se me aparezca un ángel para que me diga que todo está bien y que lo que está mal no depende de mí




Los lectores escriben sobre la amistad en la era digital, el auge de Vox, la crisis de la vivienda, los incendios en Castilla y León y la vejez









Los microplásticos que comemos, bebemos y respiramos ya invaden las células humanas y forman parte de nosotros

¿A quién rayos se le ocurriría la idea del yo? Ser yo todo el rato es como una condena a cadena perpetua


Una pequeña muestra de la flora y la fauna que conviven en la Feria del Libro


Hay innumerables puertas monumentales, saturadas de simbolismo y encargadas de cerrar el paso, más que de facilitar el acceso, a los peatones de la historia

No sabe uno qué hay detrás de los libros. Muchas veces no sabemos ni lo que tienen dentro

En ‘Este imbécil va a escribir una novela’ (Alfaguara) el autor muestra un catálogo de sus obsesiones mientras su protagonista, homónimo, trata de buscar un tema para su último reportaje

¿Quién es ese que se da cuenta de que la altura de la silla del ordenador está mal regulada? ¿Soy yo o es otro que me suplanta o al que quizá suplanto?


A ningún Ayuntamiento se le ha ocurrido que los sin techo necesitan morir, a veces con urgencia


No hay nada que no sea rompible en este mundo; la historia de la humanidad es la historia de un roto





La belleza del felino, aun muerto, sigue siendo muy superior a la de su asesino. El animal, digámoslo rápido, es la hostia, mientras que el hombre da un poco de lástima

