El motor va como la seda
¿Quién es ese que se da cuenta de que la altura de la silla del ordenador está mal regulada? ¿Soy yo o es otro que me suplanta o al que quizá suplanto?


Amanecí con la sensación de hallarme dentro de otro cuerpo. Con la sensación, digo, porque ante el espejo todo continuaba igual que cuando me había acostado. Notaba una serie de desajustes sutiles semejantes a los que ocurren cuando le dejas tu coche a alguien que te lo devuelve con el asiento del conductor un poco adelantado o atrasado. La distancia física y mental respecto de las cosas había cambiado casi imperceptiblemente. Equivoqué, por ejemplo, el cálculo inconsciente que se lleva a cabo para alcanzar la taza del café. También el de las piernas al subir las escaleras, como si los peldaños, ahora, fueran unos milímetros más altos. Tuve asimismo que ajustar los tonos de la tele, demasiado agudos para el nuevo escenario.
Las galletas del desayuno por su parte, siendo las de siempre, me supieron más dulces y el café más amargo. La impresión dominante, en todo caso, es que lo que me metía en la boca caía en el estómago de otro, no en el mío. Estaba un poco fuera de mí, como si se hubiera aflojado la tuerca que sujeta al yo en su sitio. La situación, sin ser grave, revelaba la existencia de grietas en la continuidad en la que vivía instalado. Grietas por las que al asomarme no veía gran cosa: figuras difusas, como las de los cuerpos bajo la ducha observados desde detrás de la mampara.
¿Quién es ese que se da cuenta de que la altura de la silla del ordenador está mal regulada? ¿Soy yo o es otro que me suplanta o al que quizá suplanto? En todo caso, ese otro es peor mecanógrafo: escribe despacio y le da con frecuencia a la tecla que no es. Quizá pretende escribir algo distinto a lo que quiero escribir yo y mis correcciones continuas se lo impiden. Ahora ya no sé si lo que está alterado es mi mapa mental o corporal. Pero salgo de casa dispuesto a ganarme la vida y resulta que en el interior del coche, curiosamente, todo está en su sitio, todo a mi alcance, todo en orden, y el motor va como la seda.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
Marco Rubio: “El Gobierno de México está haciendo más en este momento en el tema de seguridad que jamás en su historia”
Mercosur recalcula sus alianzas tras aplazarse el acuerdo con la UE
Sánchez se aferra al “bulo del pucherazo” de Guardiola para activar al electorado progresista
El hallazgo de un jabalí infectado de peste porcina en Sant Cugat obliga a ampliar las restricciones a cuatro municipios más
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los pagos del Gobierno de Ayuso a Quirón engordan con facturas de hace una década y sin pagar desde tiempos de Cifuentes
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- La princesa Leonor realiza su primer vuelo en solitario como parte de su formación en el Ejército del Aire
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado






























































