Innovar en un centro educativo es un ejercicio de humildad y a la vez de tenacidad, ilusión y construcción de equipo. En los primeros momentos de un nuevo curso escolar se abre una ventana de oportunidad para la reinvención profesional
Atentos a la desigualdad, la injusticia, la emergencia climática... una práctica docente inspirada en valores de solidaridad, apoyo mutuo y cooperación. Trabajan la empatía, la compasión y actúan con convicción ante la exclusión
En mi colegio se aprende rápido y bien. He aprendido que hombres y mujeres podemos hacer las mismas cosas y que todas las personas somos iguales, aunque nuestro color de piel sea diferente...
Es el deleite del saber, el placer de soñar, la ilusión por compartir y la libertad para trabajar y autodirigirse lo que hace que un proyecto tenga éxito, como idea, antes de desarrollarse, y éxito, como proyecto, al terminarse
El valor formativo de planificar visitas de interés humano y cultural, itinerarios de viaje, valorar costes, organizar medios de transporte, hospedajes... se despliega en la preparación de un viaje virtual por la vieja Europa
El sentido del trabajo escolar está en la construcción de entornos agradables, sustentados en el conocimiento riguroso, la empatía, la diversidad, la sostenibilidad y la belleza
Os dejamos un trocito de nuestra escuela, de nuestro pueblo, del trabajo de una comunidad educativa durante dos intensos años, divertidos y también complicados. ¿Nos acompañáis en este viaje?
El modo de conocer no es neutral, es el instrumento que hace efectiva la posibilidad de crear mundo. Renunciar al estudio colaborativo e implicado de la realidad merma nuestras posibilidades de producir una forma de vida humanamente deseable
El desprecio al medio ambiente se vuelve contra las personas. La historia de un proyecto pedagógico para la sostenibilidad ecológica de la laguna salada más grande de Europa
Muchos docentes se han situado como aprendices en una realidad cultural hiperconectada que no podía recurrir a la escuela física, invadidos por la imagen de esas tardes de primavera cuando la ciudadanía salía a las ventanas en apoyo del personal sanitario y de otros trabajos esenciales
Abrigaban la esperanza de una nueva normalidad construida con aprendizajes trabajados durante el confinamiento. He aquí la experiencia del IES Cartima, de Cártama (Málaga)
"La pandemia desató la era de la educación sin rostros. La pedagogía de la excepción debe comenzar por aquí, por lo que se ha roto. Recuperar la mirada, los rostros, lo humano", escribe Axel Rivas
Durante el confinamiento, los proyectos y tareas debían ser sugerentes, abiertos, con sentido educativo e interdisciplinares. Al concitar el trabajo de diferentes áreas en un mismo proyecto o en una misma tarea aligeraban, además, el trabajo que debía hacerse desde casa
El conocimiento por inmersión en un entorno cultural diferente obliga a mirar, escuchar, emocionarse, comunicar y aprender con y de los demás... se abren las mentes al mundo y se superan prejuicios
Los escenarios de aprendizaje se expanden, la creación artística, sus técnicas y los propios artistas entran en las aulas y con su presencia dan cuenta de las ideas, deseos, emociones y sentimientos que hay detrás de cada creación
En nuestro instituto dijimos ¡¡¡BASTA!!! y hemos optado por desarrollar un proyecto educativo con vocación social y con el propósito de concienciarnos de la necesidad de reducir el consumo de plástico, por el bien del planeta y por nuestra salud.
“Recientemente, en una cena, pregunté a los comensales reunidos cuántos de ellos estarían vivos si no hubieran existido los antibióticos, marcapasos y el resto de la parafernalia de la medicina moderna. Sólo uno levantó la mano. No era yo.” (Carl Sagan)
Junto al valor del conocimiento académico, lógico, convergente y acumulativo, se hacen necesarios espacios de trabajo para una formación más perceptiva, subjetiva, participativa y crítica.
Una oportunidad de ejercer la crítica fundamentada sobre la cultura contemporánea y de contribuir al desarrollo de un pensamiento autónomo en los más jóvenes por medio de las enseñanzas artísticas
En nuestra cultura contemporánea en la que los medios de comunicación masiva actúan, cada vez más, de árbitros de la realidad, el uso y consumo de un determinado ‘estilo de vida’ se ha convertido en una fascinación colectiva y en objeto de deseo
Las ciencias sociales sirven para mucho más que para saber de fechas, nombres o datos. Es un área que puede ayudar de manera muy clara en esa relación necesaria entre escuela y mundo real
El conocimiento no es algo lineal, organizado y estructurado en materias que se imparten en un horario determinado. El aprendizaje necesita estar acompañado de sentido, necesidad, emoción, motivación... y no basta con una secuencia temática en un libro de texto.
A partir de la llegada de un titiritero al colegio pudieron observar la alegría que mostraban niños y niñas. Lo tuvieron claro: Aprovecharían este estado de ánimo para trabajar la expresión oral en el aula, impulsar la comunicación, el arte, la convivencia y la colaboración.
Desde el comienzo tenían muy clara la idea de cooperar y crear redes de ayuda mutua. Se sentían ciudadanos comprometidos con su entorno y su realidad social.
“Nuestra manera de alimentarnos y desperdiciar alimentos acaba con los recursos naturales y tiene una implicación ética, mucho más grave si cabe: provoca hambre” (Estudiante de 2º Bachillerato, IES ‘Antonio Calvín’, Almagro)