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Coordinado por Rodrigo J. García
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Los Realejos, por la solidaridad

En el instituto, estudiantes extranjeros relatan su integración. El diálogo encierra lecciones vitales y la profesora decide vincularlos a conocimientos académicos relevantes: características de los países de origen, ubicación, régimen político, población, gastronomía, folclore…

Los Realejos
Ilustración de Joseba García Plazuelo.
Rodrigo J. García ROSA HERNÁNDEZ LEÓN
Los Realejos (Santa Cruz de Tenerife) -

Los estudiantes de la clase de segundo del Programa de Mejora del Aprendizaje y del Rendimiento (PMAR) del IES Mencey Bencomo, en Los Realejos (Tenerife), se muestran expectantes, interesados por el relato de dos compañeras y dos compañeros de su clase que son extranjeros. Cuentan lo que ha sido, y continúa siendo, su integración en una cultura diferente. Las preguntas del resto de la clase surgen espontáneamente, poniendo palabras a su curiosidad; al principio, con algo de frivolidad y cierta ingenuidad; después el diálogo se hace más natural, fluido y amable.

Comentan incidencias, anécdotas y pequeñas historias sobre algunos modos de vida habituales en sus países de origen. Aficiones, deseos, costumbres familiares... No obstante, en sus explicaciones, se observa que ya se sienten vecinos de Los Realejos y colegas del resto de la clase.

El relato y el diálogo que mantienen encierran lecciones vitales compartidas a lo largo del curso. Surgen las preguntas. ¿Qué echáis de menos de vuestras costumbres anteriores? ¿Qué os resulta más sorprendente de las tradiciones de la isla? ¿Cómo os sentíais al llegar? ¿Cómo os recibieron? ¿Cómo os sentís ahora? Los compañeros de clase, con su actitud, daban muestras de empatía y cierta admiración, comenta Rosa Hernández, la profesora del Ámbito Lingüístico y Social.

Las dudas de los estudiantes sobre la inmigración: ¿Qué echáis de menos de vuestras costumbres anteriores? ¿Qué os resulta más sorprendente de las tradiciones de la isla? ¿Cómo os sentíais al llegar? ¿Cómo os recibieron?

A raíz del interés formativo de este tipo de encuentros, la profesora decide vincularlos a conocimientos académicos relevantes. Entre otras acciones, confeccionaron infografías sobre las características de los países de origen, su ubicación, régimen político, población, gastronomía, folclore, sitios de interés…

Estos aprendizajes se ponían de manifiesto en las exposiciones de cada estudiante, mostrando sus avances, al tiempo que trabajaban el sentimiento de empatía, “integrando el saber y el sentir”, en términos de la Unesco.

En la entrada anterior anunciamos que el proyecto Enraizando. Todos somos migrantes contempla momentos de especial relevancia, como la visita del joven senegalés Abdou Kane que, hace algún tiempo, llegó en patera a las costas de Tenerife. Ahora vive integrado en su entorno social, reside en la isla, trabaja en el Hospital Universitario de San Cristóbal de La Laguna y dirige la asociación Aquí estamos migrando, dedicada a ayudar a los niños que, como él, tuvieron que salir de su pueblo. Y evitar que lo hagan y crear las condiciones, en origen, para una buena formación.

Enseñar es despertar dudas, formar para la disconformidad

El encuentro fue muy especial, según comenta la profesora: “Bastaba mirar las caras expectantes de los estudiantes”.

Los preliminares dieron muestra de una buena colaboración entre muchos agentes. Más allá del trabajo de la profesora y los estudiantes, se implicó Juan Jesús Rodríguez, profesor responsable del Comité de Solidaridad del instituto (formado además por estudiantes representantes de todos los cursos). El comité contactó con la Asociación Solidarios Canarios y acordaron el día y el contenido de la visita. “Aprender a sentir empatía, cooperar, abordar los prejuicios y sortear los conflictos es valioso en todas las sociedades”, señala la Unesco.

Miércoles por la mañana, a finales del mes de abril de 2021. Rosa Hernández había previsto dos sesiones de 50 minutos cada una. En el cronograma, el proyecto se encontraba en pleno desarrollo de la fase 2. Habían trabajado colectivamente una información, afanosamente buscada, analizada y organizada en torno a las razones de las migraciones, su vinculación con decisiones geoestratégicas y la sobreexplotación de recursos naturales, como en el caso del coltán. Mediante un diálogo fundamentado en datos, iban construyendo una visión más real, más ética, menos visceral y sesgada del problema.

Estudiantes del IES Mencey Bencomo trabajando en el proyecto Enraizando. Todos somos migrantes.
Estudiantes del IES Mencey Bencomo trabajando en el proyecto Enraizando. Todos somos migrantes.ROSA HERNÁNDEZ

Rosa Hernández comenta: “Se habían dado cuenta de que países ricos en minerales, que tienen coltán, imprescindible para sus teléfonos móviles, mantenían una economía y un desarrollo humano bastante pobre. Tomaron conciencia de que muchos de esos chicos inmigrantes que llegan en patera a la isla –y que sectores de la opinión pública critican– venían de trabajar en las minas sin protección, durante muchísimas horas y cobrando poquísimo”.

La sesión comienza con la presentación de Abdou Kane a cargo de Juan Jesús Rodríguez y de Rosa Hernández, que aportan unas primeras pinceladas de su trayectoria vital. Toma la palabra, a continuación, A. Kane, que venía acompañado de dos colaboradores de su asociación.

Al principio los estudiantes se muestran algo tímidos. Sin embargo, por el clima de confianza construido, pronto comienzan a plantear preguntas. En pedagogía se habla de crear espacios de seguridad, donde los aprendices tienen garantía de poder tantear sin caer en el ridículo; pueden equivocarse y volver a preguntar sin que su error se les vuelva en contra.

Las preguntas son del tipo: ¿Por qué emprendió este viaje? ¿Cómo vive actualmente en la isla? ¿Qué hace en su día a día? Kane les va respondiendo con sinceridad y mucha generosidad. “Como sucede con muchos otros jóvenes africanos cuya situación podría considerarse ‘que no es tan mala’, yo tenía un sueño”. Deseaba un futuro mejor para él y su familia. Emocionado, confiesa que “movido por ese sueño”, reunió fuerzas y le contó a su madre que tenía intención de viajar a Europa. Este testimonio dejó huella entre los estudiantes; por un momento se pusieron en su lugar y se sentían emocionalmente abrumados.

Kane continúa su relato, comentando que una noche se embarcó en una patera, en una playa de Senegal, y después de una dura travesía y un sinfín de problemas, y de sentir necesidades no cubiertas, llegó a las costas de Tenerife.

Cuenta que desde la isla viajó a la península. Allí se encontró con muchos contratiempos y tuvo que hacer frente a situaciones inesperadas. Decidió regresar a Tenerife. Los estudiantes siguen preguntándole: ¿Cómo viven los adolescentes en Senegal? El interrogante estrella fue saber si los chicos senegaleses disponen de teléfonos móviles. Kane sonríe. Les confiesa que siempre que visita un instituto le hacen la misma pregunta. Todos ríen y la sesión transcurre en un ambiente de franqueza y distensión.

Kane y sus colaboradores hablan de los proyectos que su asociación ha realizado y los que tiene pendientes. Los estudiantes se interesan especialmente por el proyecto de creación de una escuela en Senegal. En esos momentos, habían conseguido dotarla de los recursos necesarios. Quieren saber cómo pueden colaborar y qué tienen que hacer para formar parte de la asociación.

Visita de Abdou Kane, recogida de alimentos, exposiciones y premios en el IES Mencey Bencomo.
Visita de Abdou Kane, recogida de alimentos, exposiciones y premios en el IES Mencey Bencomo.ROSA HERNÁNDEZ

“Estuvieron mucho tiempo hablando del proyecto de creación de escuelas en su pueblo en Senegal, y proveer de educación a todos los niños de esa zona. Ayudar a sacar el país adelante, que no se vean en la obligación de emigrar como le tocó a él”, rememora Rosa Hernández.

El encuentro finaliza con una sesión de fotos y el compromiso de seguir trabajando juntos en la integración de las personas migrantes, continuar sensibilizando a la sociedad sobre el significado de este grave problema y asumir responsabilidades.

El proyecto Enraizando. Todos somos migrantes, que contó con el asesoramiento de la Asociación Canaria de Aps, ha conseguido, en la edición 2021 de los Premios Aprendizaje-Servicio, el galardón nacional de Inmigración y Convivencia, por su labor de sensibilización ciudadana, defensa de los derechos humanos, fomento de la convivencia y empoderamiento de la ciudadanía. El premio fue patrocinado por la Asociación Torresco, que tiene el propósito de promover la integración y el cuidado de las personas migrantes.

El 3 de diciembre de 2021, el Ayuntamiento de Los Realejos reconoció el valor formativo y de referencia ciudadana de este proyecto solidario, concediéndole el galardón de la Añepa solidaria, en la Casa de la Cultura, como parte del programa Los Realejos por la Solidaridad.

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