Conejo al ajillo
La carne del conejo, además de ser muy magra y sabrosa, resulta tan versátil como la de pollo. Hoy la utilizamos para elaborar una de las recetas más tradicionales y sencillas con este animal: al ajillo.
Química y traductora de inglés de formación, gastrónoma por pasión desde el 2013. Divulgadora gastronómica y fotógrafa para marcas de alimentación o medios como El Comidista y 'Bon Viveur', profesora de cocina en la Escuela Alambique de Madrid, recetea en su blog 'El invitado de invierno' y en donde le lleve el viento, gastronómicamente hablando.
La carne del conejo, además de ser muy magra y sabrosa, resulta tan versátil como la de pollo. Hoy la utilizamos para elaborar una de las recetas más tradicionales y sencillas con este animal: al ajillo.
Esta sopa tiene el máximo sabor con ingredientes muy comunes como pasta o arroz, verduras, hortalizas y legumbres. Todo ello acompañado con un buen chute del famoso pesto genovés.
La vaina de esta legumbre, prima hermana del guisante, se come entera y sin desgranar. Su sabor dulzón y textura crujiente hace que los tirabeques queden geniales al vapor o salteados, como en esta receta.
El invierno es tiempo de guisos de cuchara, y las legumbres son un alimento excelente para enriquecerlos. Aunque la costumbre nos lleve a la charcutería para darles sabor, hay otras opciones más sanas y ligeras.
Estos huevos escalfados son un plato versátil que siempre va a estar rico, se prepara en un pispás y se adapta a tus verduras favoritas de cualquier temporada. Viene con truco huevero de regalo.
En este momento del año cualquier propuesta de cuchara es bien recibida. Si además de reconfortar el cuerpo incluye una buena dosis de verduras y legumbres, el negocio nos sale redondo.
Este es el dulce con el que celebran en Francia el día de Reyes. Se solía acompañar con mermelada, pero hoy es habitual encontrarlo relleno de preparaciones como la crema de almendra 'frangipane'.
Se pueden preparar con restos de asados humildes o con los ingredientes más lujosos, se cocinan con antelación y admiten ingredientes vegetales, carnes, aves y del mar. ¡Devolvamos estas preparaciones a la actualidad!
El mar y la montaña, el rape y las setas, se unen en este guiso otoñal. Para esta receta hemos usado níscalos, pero realmente puedes elegir la que quieras siempre que respete el sabor delicado de este pescado.
La receta de hojaldrinas de las monjas del convento de Santa María del Socorro, en Sevilla, te saldrá bien si entiendes el concepto "ponle la harina que admita". Un poco de azúcar glas les aporta el toque dulce.
Algo tan rico y sencillo como una caballa a la plancha puede mejorar aún más con uvas maceradas con vinagre, azúcar y chile rojo. Con poco esfuerzo consigues un plato de gran categoría.
Rellenas de una sabrosa mezcla de hortalizas y frijoles con queso, cubiertas con una salsa fresca y especiada y rematadas con más queso fundido, estas enchiladas convencerán a todos los públicos.
Este aperitivo a base de harina de garbanzo cocida en agua y posteriormente frita es una sabrosa herencia de la cocina de posguerra, perfecta para disfrutar con una copa de buen vino.
Llenar el horno de verduras una vez a la semana es una estupenda manera de poder utilizarlas después, rápidamente y sin demasiado esfuerzo, en todo tipo de platos fríos y calientes.
El guiso andaluz de hortalizas procede de la cocina árabe, y en él retozan calabaza, calabacín, cebolla, berenjena, pimiento y tomate animados por un toque de ajo, pimentón y vinagre.
Cortar el calabacín en tiras largas que recuerdan a la pasta italiana nos permite preparar platos ligeros y sabrosos con un simple salteado. El de hoy lo acompañamos con un pesto rojo de anacardos.
La dulzura del plátano lo convierte en una de las frutas predilectas en la repostería. En esta receta se carameliza con un poco de azúcar moreno y se añade a un 'jetapostre' clásico: la tarta de queso.
Dados de carne adobada con una mezcla de hierbas y especias, cocinados hasta quedar dorados por fuera pero tiernos por dentro: la versión casera de este clásico de bar merece el -poco- esfuerzo.
Una salsa con el toque del ajo, un punto picante, un montón de hierbas aromáticas y especias y aceite, cuya versión casera se convertirá en la reina de parrilladas y barbacoas.
Una crece sobre tierra, la otra debajo; una es de verano, la otra de invierno -aunque podemos encontrarla cocida todo el año-, y ambas se alían para convertirse en una sopa refrescante y llena de sabor.
Esta versión de la popular sopa fría andaluza es muy típica en la zona del poniente de esta comunidad. Con un manojo de cilantro fresco, agua, vinagre, pan, aceite y ajo tenemos un entrante veraniego diferente al habitual.
Las ensaladas, sopas frías, tostas y tartares son tendencia en verano. Este tipo de elaboraciones, sencillas y refrescantes, se multiplican cuando el calor en la cocina empieza a ser insoportable.
Una versión que prescinde de la clásica anchoa, y se viene arriba con ingredientes aptos para ovolacteovegetarianos como el queso, el aguacate o los huevos de codorniz, añadidos a la suculencia de los encurtidos.
El pan nos acompaña en las comidas y nos salva muchas veces en formato bocata, pero no acaban ahí sus usos culinarios: se puede utilizar como protagonista de platos como el salmorejo, el ajoblanco y ensaladas.
Un postre inspirado en una tarta francesa llamada fraisier, con una base de bizcocho, mucha nata y frutos rojos. Lo podemos hacer tan sencillo o complicado como queramos, dependiendo de si el bizcocho es casero o no.
Un estofado en el que las aceitunas potencian el sabor de un buen sofrito y algunas especias, que puedes preparar desde cero cociendo tú la legumbre o acortar los tiempos usando una versión en conserva.
Un clásico de la gastronomía madrileña a base de judías, sofrito y tocino que podemos adaptar a lo que tengamos en nuestras neveras y despensas, y cómo incluirlo en un menú para todo el día.
Un aperitivo o picoteo clásico que con solo dos ingredientes; un chorizo rico y un vino a su altura consigue un sabor estratosférico. Hazte con una buena hogaza porque vas a querer untar pan hasta la manga.
Un plato clásico que pone en valor las patatas gracias a un rebozado y posterior estofado en una salsa gordita y sabrosa, gracias al ajo, la cebolla y el azafrán. Además, te proponemos un menú para el día completo.
Los platos de cocción larga son ideales cuando tenemos que pasar mucho tiempo en casa: la olla trabaja mientras nosotros solo tenemos que vigilarla de tanto en cuanto.
El jugo de la panceta no merece acabar en el desagüe o el reciclaje. Si te da por cocinar beicon estos días en casa, puedes seguir estos consejos para sacarle todo el partido a la carne y a su grasa.
Una versión con manzana del clásico dulce de membrillo muy poco conocida fuera de las regiones productoras de esta fruta, que espesa gracias a la pectina y podemos tomar con frutos secos o queso.
Esta receta de origen judío es uno de los emblemas de la gastronomía de Roma. Un plato que surgió de la fusión de culturas que se dio en el siglo XVI en el gueto de la capital italiana.
¿Qué es la manteca de cacao? ¿Y el método holandés? ¿Es igual un chocolate de cobertura para postres que uno para comer? En el artículo de hoy resolvemos todas tus dudas culinarias chocolateras.
Una versión más sencilla y con menos ritual de la escudella navideña, que resulta igual de reconfortante y podemos adaptar a las diferentes verduras y legumbres que tengamos en casa.
El día de Reyes se celebra con dulces en diferentes regiones del mundo: la rosca de Reyes, la king cake, el wassail o el dreikönigskuchen. Descubre de dónde vienen y aprende a preparar dos de ellos.
La manzana y la canela son una combinación ganadora. La primera da jugosidad a este bizcocho, y la segunda, aroma. Las nueces ponen el punto crocante.
Preparar un pollo asado relleno nunca fue tan fácil: este tiene pocos ingredientes muy bien combinados y una elaboración sencilla. Sigue los pasos de la receta y logra un resultado estupendo.
Crujiente por fuera, suave por dentro: la 'coca de forner' es un pan plano dulce que encanta a cualquier paladar. Con paciencia y práctica te quedará como la de un panadero.
Ricas, fáciles de preparar y versátiles: las cocas en su versión salada admiten casi todo tipo de rellenos. Aprende a hacer la masa e inspírate con estas tres opciones.