José María Garcia

Una serie documental de Movistar Plus+ recorre la trayectoria del popular comunicador, con su visión del oficio sin espacio para medias tintas

Que tantos colegas de García admiren sus maneras explica muy bien un tipo de periodismo que confunde opinión con información y utiliza sus púlpitos mediáticos para fiscalizar a quienes no se rinden a su poder

El icónico periodista, fallecido el pasado jueves, nunca reconoció ni dios ni rey ni amo. “Mis únicos límites son el Código Penal y el Diccionario de la Lengua”, decía

“No es el mismo fútbol”, musitan quienes jamás se habrían imaginado festejando un gol y ahora se postran de hinojos ante la selección porque, según su curiosa opinión, si lo practican mujeres es un deporte más noble

Cuando el presidente empieza a meterse en las veredas políticas del discurso (“la derecha”), entre la gente que está detrás se produce, automáticamente, el fenómeno del asentimiento

José María García no ha visto ‘Reyes de la noche’, no le ha gustado nada y no quería hablar de ella, pero habló, por obra y gracia de Mercedes Milá, en el nuevo programa de la periodista

Veo con retraso, sorprendido por su torrencial audiencia, la serie ‘Line of Duty’. El planteamiento es atractivo pero me agota su narrativa

Casi todo en ‘Reyes de la noche’ está encriptado, como se avisa al principio de cada episodio, en uno de esos avisos legales de todo-es-ficción que ponen en alerta sobre lo contrario

‘Reyes de la noche’, la serie que estrena Movistar +, funciona como un bólido y deja un dilema moral inquietante

Sus declaraciones sobre el fútbol femenino demuestran que o nunca ha visto uno de nuestros partidos, o el último que vio fue hace mucho mucho tiempo

Al viejo faro de la radio española se le calentó la boca hablando del fútbol femenino. En realidad se limitó a hacer aquello que le dio fama: decir lo que sea sin importarle las consecuencias

Somos un país inoperante contra la corrupción porque todos los que saben algo callan, lo ocultan y protegen amistades e intereses

Durante años fue la voz más reconocible de mi vida. Era la voz que me traía los goles del Madrid. Un narrador excesivo, emocional y torturado

Tuvo, Mariano Rajoy, alguna influencia de Gonzalo Fernández de la Mora o Pío Cabanillas, pero en general se ha movido hacia la ideología que imperaba en su círculo