Censura en la televisión

Les escribo aún sorprendido por la decisión de TVE de no emitir la entrevista a José María García que estaba anunciada en el programa de Jesús Quintero para el miércoles 21 de febrero.

El escudarse en que, en la citada entrevista, se vertían descalificaciones o insultos a terceras personas, me parece una excusa lamentable, ya que, en caso de ser así, el único responsable de sus opiniones sería José María García y sus supuestas descalificaciones podrían ser denunciadas por quien se considerase afectado por ellas.

Ya la tan poco comentada retransmisión en falso directo de la gala de los premios Goya, con esos treinta minutos de retraso que permitieron cortar lo que no interesaba o lo políticamente incorrecto, me pareció un atentado a la libertad de expresión que hasta hace poco se consideraba propiedad exclusiva de las tan criticadas televisiones norteamericanas.

No se puede justificar en la necesidad de cortar posibles errores o partes intermedias de la gala, con el fin de hacerla más llevadera.

Todavía alguien se abrazará a algún código ético o política editorial como excusa para la censura, mientras tenemos que soportar toda clase de programas basura en los que personas sin ninguna relevancia social se pelean y mientan a vivos y muertos.

Si una entrevista a un personaje relevante que puedo pensar que está equivocado, que puede no gustarme lo que dice, que puede ser lo opuesto a lo que pienso, o no, se cercena con la excusa de una supuesta responsabilidad, mal vamos.

Menos responsabilidad y más libertad de expresión, la necesitamos.