UN AÑO DESPUÉS DE LA MATANZA
Olga Sánchez, la fiscal encargada del sumario del 11-M, aseguró ayer a este periódico que los islamistas autores de los atentados contra los trenes de la muerte no querían quitarse la vida en Leganés el 3 de abril, sino que tenían un proyecto muy amplio de continuidad terrorista, con varios atentados previstos, pero que el suicidio truncó esos proyectos.
El Consejo de Ministros de mañana, 11 de marzo, estará dedicado monográficamente a la adopción de medidas de apoyo a las víctimas y de refuerzo de la lucha contra el terrorismo.
EL PAÍS | Madrid
El PP excluyó al CNI de la investigación y luego se escudó en sus informes para negar que mintiera
El Senado vivió ayer una mañana tensa. Sobre todo cuando el senador del PP Ignacio Cosidó definió al Alto Comisionado del Gobierno para Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba, como "comisionado para el diálogo y el amparo de los verdugos terroristas".
La primera comparecencia pública del presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, después de disponer del informe del Gobierno en el que le pide que se pronuncie sobre la reforma constitucional antes de un año, armó revuelo.
La Alianza de Civilizaciones propuesta por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado septiembre en la Asamblea General de la ONU cuenta públicamente desde ayer con un aliado indispensable: el secretario general, Kofi Annan, quien confirmó en Madrid que está trabajando en la organización de un grupo especial que lleve el proyecto a la práctica.
CRISIS POLÍTICA EN CATALUÑA
El PP escenificó ayer en el Congreso el debate previo a la moción de censura al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, que hoy defenderá Josep Piqué en el Parlamento catalán.
Una mujer de 31 años embarazada de ocho meses y su marido fueron hallados ayer muertos con evidentes signos de violencia en su domicilio de Melilla, a cuya comunidad judía pertenecía el matrimonio.
Una explosión de gran magnitud, probablemente de una instalación de gas natural, en la penúltima planta de un edificio de viviendas de ocho pisos en Langreo (Asturias), causó ayer tres muertos y nueve heridos de consideración, uno de los cuales presenta quemaduras en el 30% del cuerpo.