El alcalde de Barcelona y sus socios piden disculpas por sus errores

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, y sus socios del tripartito municipal, Jordi Portabella (ERC) e Imma Mayol (ICV-EUiA), reconocieron ayer en el pleno monográfico sobre la crisis del Carmel que se han cometido errores al afrontar la gestión del desalojo de más de mil vecinos, a los que pidieron disculpas. Uno de ellos fue la decisión de disponer el regreso de los desalojados a sus casas y tener que rectificar a las 24 horas porque el suelo del Carmel se seguía moviendo. "Pero fue un error inducido", subrayó Imma Mayol, presidenta del grupo municipal de ICV, en referencia a que la decisión fue tomada de forma conjunta por la Generalitat y el Ayuntamiento, pero siguiendo lo que indicaban los técnicos. En opinión de Portabella, el segundo error, achacado a los ejecutores de la obra -GISA, la empresa de la Generalitat que gestiona las obras públicas-, es que la obra se estaba haciendo con "prisas". Más allá de esas apreciaciones, el alcalde pidió disculpas a los vecinos: "Esto ha provocado una grave alteración en sus vidas, por lo que actuaremos con contundencia para resarcirles".

El pleno de ayer -el segundo del consistorio de Barcelona en que se debatía la crisis del Carmel- fue instado por los grupos de la oposición: CiU y el PP. Ambos descalificaron casi íntegramente la actuación del Ayuntamiento y la Generalitat. Lo único que no fue blanco de críticas fue la operación desplegada para atender a los desplazados, en la que participan 600 funcionarios municipales y unos 300 de la Generalitat. Xavier Trias (CiU) y Alberto Fernández Díaz (PP) achacaron a Clos que no haya actuado como alcalde de Barcelona, sino como "delegado del Gobierno de la Generalitat", dijo Trias. "Es el alcalde del tripartito", añadió Fernández Díaz. Los dos se refirieron a lo que califican de falta de liderazgo de Clos en la crisis, a lo que éste contestó: "Nuestra responsabilidad, porque el metro lo hace la Generalitat, es atender a las personas y vigilar por sus intereses, y eso lo estamos haciendo desde el primer minuto".

El asunto del 3% -comisión en las obras públicas que, según insinuó Maragall en el Parlament, cobraban los gobiernos de CiU- no fue abordado de forma directa. Sí lo fue, en cambio, la querella de Artur Mas contra el presidente. "Es la primera vez que un regidor de este Ayuntamiento firma una querella contra el presidente de la Generalitat", señaló el portavoz del gobierno municipal, Ferran Mascarell, dirigiéndose a Xavier Trias. El líder de CiU no replicó.