Los champiñones crudos cortados finamente son perfectos para absorber una vinagreta con un toque alegre de mostaza. Un buen tomate refresca el conjunto, y las almendras fritas le dan resistencia al mordisco.
Una mezcla de ingredientes que te lleva directo de viaje a Tailandia y Vietnam sin pasar por la casilla de salida, inspirada en un ceviche y convertida en una sopa fría cremosa, potente y divertida.
Las ensaladas de otoño tienen más sentido que nunca cuando en la mitad del país lo pasamos a 30 grados. Prueba esta con rúcula, caqui persimon y burrata y descubre lo bien que combinan estos tres ingredientes.
Además de un recetón para que te hagan la ola en casa cualquier domingo, te llevas de regalo una técnica para preparar arroz seco que nunca falla. Prepárala y versiónala para comidas felices 100% libres de monotonía.
Versionamos los clásicos huevos estrellados cambiando las patatas por alcachofas también fritas. Si el contraste entre su crujiente y el huevo no te llega, puedes ponerle jamón (o queso, foie o romesco).
Solo necesitamos cuatro ingredientes para preparar este aperitivo, picoteo o cena que tiene un solo truco: encontrar los tomates adecuados o hacerles un sencillísimo tuneo previo a los que tenemos.
Dueños y señores de la meriendacena y la excursión familiar con fiambrera, los huevos rellenos salen del armario de la cocina viejuna para conquistar el siglo XXI.
Éste es uno de esos platos para comer con cuchara y no dejar ni una gota de la mezcla que lo riega. Los langostinos cocidos al punto pueden dejar paso a mejillones, navajas, pulpo y hasta berberechos de lata.
Este aperitivo es apto para los que no comen animales, con el punto dulce de la miel de caña, el crujiente de los frutos secos y la intensidad del queso azul. Solo faltará un poco de pan crujiente para acompañarlo.
Marisco, una plancha y una buena salsa a base de limón y aceite: si esta combinación ya te suena bien, añádele el toque aromático de la albahaca y unos pistachos. Ahí lo tienes, el verano hecho aperitivo.
Solo necesitas cuatro ingredientes para hacer este platazo de El Campero, donde además de un excelente atún de Barbate sirven este semicurado en sal y azúcar que puedes replicar en la nevera de casa.
Patata cremosa, mayonesa casera, una cantidad generosa de variantes para darle vidilla, atún y huevo duro: si te tiemblan las piernas solo de pensar en una ensaladilla con guisantes, la de La Porca es la tuya.
Rebozar un aguacate puede parecer raro, pero el contraste entre la capa exterior crujiente y el interior cremoso es una fiestón para los sentidos. Y más si lo rematas con un chutney de tomate.
Si crees que la expresión “ser la guinda del pastel” debería sustituirse por “ser la banderilla del aperitivo”, y el vermut es tu credo y tu religión, tienes que probar estas gildas caseras.
¿Existe algún ser humano (normal) al que no le gusten las croquetas? Seguramente no, y por eso revelamos en rigurosa exclusiva las normas básicas para que te salgan ricas y cremosas.
Un aperitivo para comer con cuchara que puede llevar la cocina del restaurante Ten´s a tu mesa. Busca unos puerros tiernos y boquerones pequeños y ya tienes gran parte del trabajo hecho.
Para hacer este plato, vas a tener que ir a una casquería. Sí, nos referimos a ese puesto del mercado que suele espantar a mucha gente, del que pueden salir deliciosos platos 100% libres de remilgos.
A medio camino entre un rosbif y un tataki, esta presa semicruda con salsa japonesa puede servirte como aperitivo para compartir o como plato de pleno derecho, si te apetece ponerte como el Quico.
Berberechos, almejas, gambas, langostinos o erizos de mar son algunos de los mariscos que puedes llevar a tu mesa sin dejarte el patrimonio familiar. Sácales todo el partido posible con nuestras sugerencias.
Hay otras formas de acabar un banquete navideño que no sean la tarta empapuzante o la macedonia viejuna de los setenta. Apuesta por estas combinaciones de frutas y tu estómago lo agradecerá.
Este aperitivo se prepara en un santiamén y funciona a las mil maravillas. Para ser la envidia de tus vecinos, solo necesitas hacerte con productos frescos y no pasarte con la cocción.
Ramen japonés con productos de aquí, pollo al brandy con romero, huevos con ‘ajvar’ o panna cotta de castañas: la semana que viene te pondrás las botas, pero no solo por el frío.
Viajamos en el tiempo y el espacio para probar unos de los dulces más tradicionales de la cocina sefardí: los mostachudos judíos. Con cuatro ingredientes y 30 minutos harás unas pastas de campeonato.
Vale la pena encender el horno para conseguir esta crema, con todo el sabor de la remolacha caramelizada y el ajo asado. El añadido del huevo pasado por agua puede convertirla en un plato único perfecto para cenar.
Las sugerencias para la próxima semana son sencillas y variadas: crema de champiñones, cerdo agridulce casero, ensalada de hinojo y atún o un grandioso bizcocho de remolacha y frutos secos.