'Calçots' al horno
Esta cebolla tierna tiene su origen en el interior de Cataluña, pero por su sabor dulce y su textura se han popularizado también en el resto del país. Si quieres cocinarlos en casa, el horno será tu mejor aliado.
![¿Calçotada en casa? ¡Claro que sí!](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/IKAAMPXDMNNTVOZIMXVW343WYA.jpg?auth=e8d075f747ec4168c5637492df9febd0cf7c1f301138f30c2ddaaa5f0a5eac6a&width=414)
Hacer una calçotada en el campo con amigos, horas por delante para preparar las brasas, porrones de vino, risas y carnaca para acompañar es un plan estupendo para un fin de semana. Pero por suerte o por desgracia -soy de las que se inclinan más por lo segundo- todavía nos quedan cinco días laborales de cada siete en los que tal vez no queremos renunciar a comernos a estos primos de la cebolla tierna.
Como no todos tenemos un prado en el que hacer un fuego vivo un martes o jueves cualquiera -y hacerlo en casa es absoluta y radicalmente desaconsejable- podemos recurrir a un electrodoméstico que nos lo pondrá más fácil a los fanses calçotaires: el horno. Poniéndolo a tope y siguiendo unas normas muy sencillas -no apelotonarlos, básicamente, porque no se cocinan bien- podemos disfrutar de una versión menos ahumada pero bastante satisfactoria de este plato popular.
Normalmente se venden en manojos de 25 o 30, pensados para dos personas; si no te los vas a comer de una sentada con su salsa canónica -de la que desvelamos todos los secretos en este vídeo-, vale la pena prepararlos igual, porque hay muchísimas maneras de darles una sabrosa segunda vida. Se pueden aliñar como si fueran puerros -con salsa tártara o una vinagreta con huevo duro o sardinillas-, prepararlos en tortilla o hacer una crema junto con otras verduras como el calabacín, la calabaza o el boniato.
Para comerlos, a pesar de haberles quitado ya una capa durante la preparación, hay que quitarles otra, que se habrá quedado seca durante la cocción. ¿Hasta dónde se comen? Hasta donde te gusten: a mí me encanta el punto herbáceo de la parte más verde y a otra gente le molesta mucho. Si te queda mucho de ese verde, congélalo para cuando hagas caldo de verduras: le da un toque muy parecido al del puerro, y el asado hace que el sabor sea más profundo.
Dificultad: La de preparar la salsa (si decides hacerla tú).
Ingredientes
Para 2 personas
- Un manojo de calçots (25 o 30)
- 250 g de salsa para calçots, casera o comprada (si es el segundo caso, que sea de calidad)
Instrucciones
Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com