El año en que los precios subieron menos que los sueldos
La bajada de los suministros del hogar destacan en la evolución del IPC en 2019, mientras que las mayores subidas se registran en productos frescos como la carne de cerdo o las patatas
Puede que no sea muy divertido, pero quedarse en casa calentito trasteando con el ordenador o el móvil ha sido este año la mejor opción para los bolsillos. Para mantener bajo control el gasto en estos menesteres, mejor no haber acompañado estas actividades con unas patatas fritas. En este 2019 que se acaba, los gastos relacionados del hogar, como la electricidad o la calefacción, y los aparatos electrónicos se han movido en tasas negativas, según los datos del IPC hasta noviembre. Por el contrario, productos frescos como las patatas, la fruta y, sobre todo, la carne de cerdo, han amargado la visita al supermercado. Bien es cierto que, a falta del dato de diciembre, los salarios han crecido este año por encima de los precios: 1,9% frente al 1,1% que prevé Funcas para diciembre.
A falta de los datos del mes de diciembre, lo que viene a continuación es un repaso a los vaivenes más destacados de los distintos grupos en los que el INE organiza los casi 500 productos y servicios con los que elabora ese índice, el IPC, que todo el mundo conoce como “los precios”. Ha sido un año de precios contenidos en general, si bien es probable que lo cerremos con otra sensación, por la aceleración del último tramo.
Alimentación y bebidas no alcohólicas. El año pasado, la tortilla de patatas marcaba el alfa y el omega de los precios, con el tubérculo disparado (12,4%) y el aceite de oliva hundido (-14,3%). Este año, dentro del grupo más poderoso del IPC, la situación es parecida. El aceite sigue de capa muy caída (-12,5% interanual en noviembre), tanto que los productores han pedido cita con el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, para reclamarle medidas. La cosecha olivarera récord de 2018 (1,8 millones de toneladas de aceite) está detrás de unos precios por los suelos, según Rafael Sánchez de Puerta, secretario de la asociación Interprofesional del aceite. Y, para colmo, cuando el sector podía atisbar el final del túnel, con la perspectiva de una cosecha 2019 más contenida, en octubre “llegó el varapalo de los aranceles del 25% en EE UU”. “Es un arancel de cierre de frontera, insoportable”, afirma. Y la autorización europea al almacenamiento privado (retirada voluntaria de producto del mercado para que suba el precio) fue insuficiente. Una nueva autorización de almacenamiento y la perspectiva de una cosecha más baja este año son las esperanzas del sector.
En el otro lado, las patatas siguen engordando (+5,2% las frescas, +4,4% las chips). Una cosecha “nefasta en Europa” explicó los altos precios en los primeros meses, explica Alberto Duque, productor y responsable del producto en COAG. “En septiembre, ha habido mejor cosecha y ha bajado”, afirma. El precio pagado en origen pasó de más de 35 céntimos el kilo en agosto a la mitad en septiembre, según los datos de COAG y desde entonces no ha aumentado.
En todo caso, el protagonista de los frescos este año ha sido la carne de cerdo (+5,7%). Con una causa muy clara: la epidemia de peste porcina en China, el mayor consumidor mundial. “La crisis de sanidad en China ha reducido drásticamente su capacidad de producción y disparado la demanda mundial”, explica Miguel Huerta, secretario general de ANICE, la patronal de la carne. “Las estadísticas de importación de carne en China al cierre de 2019 muestran cifras récord”, añade, y augura un 2020 similar.
Bebidas alcohólicas y tabaco. La premiumización de la oferta, con variedades cada vez más especializadas, envejecidas o aromatizadas con todo tipo de ingredientes impulsa, según fuentes del sector, el precio de la cerveza, el producto más inflacionario del grupo de bebidas, con una subida del 3,5% este año. También influye, insisten las fuentes, que la coyuntura económica anima al consumidor a tirar menos de la marca blanca. En cambio, el vino de uva ha ido este año de capa caída (-1,5%), merced a una cosecha abundante y, de nuevo, el lastre de los aranceles de EE UU.
Vestido y calzado. El sector de la ropa y los complementos ha vivido un año de altibajos, pero con resultados discretos a final de año. Ni el armario femenino ni el masculino han experimentado grandes variaciones. Destaca, eso sí, el encarecimiento de la “limpieza de artículos de vestir”, es decir, los servicios de tintorería. Según José Carlos Mas, presidente de Astylcam, la patronal madrileña del gremio, la subida del salario mínimo ha sido el detonante de la subida. “Ha hecho mucho daño a nuestro sector, porque no trabajamos con grandes márgenes”, explica, asegurando que las empresas han absorbido una parte de la subida.
Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles. Los consumos del hogar han alegrado los bolsillos de millones de españoles, cerca de un 4%, principalmente por los precios de la energía. Estos días disfrutamos de la electricidad más barata en mucho tiempo, merced a los temporales, pero la luz ha bajado durante casi todo el año, para cerrar en noviembre un 11,6% más barata que un año antes. Según el operador mayorista OMIE, ha influido el menor precio del gas que alimenta los ciclos combinados, así como un factor más estructural: el aumento de la potencia eólica y fotovoltaica instalada.
Mantener la casa caliente también ha salido más barato. El gasóleo para calefacción (-5,5%) el gas natural (-9,6%) y los hidrocarburos licuados como el butano o el propano (-16,5%) han reflejado el abaratamiento de la materia prima. GasLicuado, la asociación que reúne a las principales empresas del sector, apunta además a una menor demanda “debido a las temperaturas más altas”.
Lo que sale más caro este año en la vivienda es la reforma. Al calor de un mercado inmobiliario en aumento, que encarece la mano de obra, electricistas, pintores o fontaneros han subido en torno a un 1,5%, sus servicios.
Muebles y artículos para el hogar y para su mantenimiento. En este apartado, destaca la subida de los servicios domésticos por la subida del salario mínimo interprofesional, según Lola Santillana, secretaria del empleo de CC OO, que denuncia no obstante una desigual aplicación. Y en el resto, dos pequeños electrodomésticos se sitúan en los extremos de arriba y abajo. Sube el precio de las planchas (1,6%), mientras baja el de las cafeteras y teteras eléctricas (-2,2%).
Sanidad. Un año más, este grupo no experimenta grandes vaivenes. Más caro el dentista (+1,6%) y más barato el oculista (-1,4%).
Transporte. El uso del avión para desplazarse entre ciudades españolas marca máximos históricos y el aumento de la demanda ha tirado de los precios de los vuelos nacionales (+5,1%). Según Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas, también ha impulsado la demanda el aumento en julio del descuento del que se benefician los residentes en las islas.
Comunicaciones. Los “equipos de telefonía móvil”, que incluyen desde los terminales a accesorios como fundas, cargadores o altavoces, vuelven a situarse entre las mayores bajadas del año (-12,8%). Eduardo Díaz, director de compras de The Phone House, apunta más a los accesorios, con la presencia de marcas chinas con precios muy agresivos. Sin embargo, usar el móvil sale más caro, con una subida del 2,8% de los servicios empaquetados de telefonía.
Ocio y cultura. Precisamente el desuso de ciertos productos por la omnidependencia del móvil provoca otra de las grandes bajadas del año. Los carretes de foto, las memorias fotográficas digitales, los pinchos USB o los discos duros externos, que el INE engloba en la rúbrica “otros soportes”, se deprecian un 14,3%. En cambio, las analógicas “revistas y otras publicaciones periódicas” suben un 5%.
Enseñanza. Este año solo se abarata uno de los tramos: la educación infantil. Será que la baja natalidad tiene algo que ver.
Restaurantes y hoteles. Un año que apunta a nuevo récord turístico se refleja en un 4% de subida de los hoteles y otros servicios de alojamiento. El sector reitera que el reposicionamiento de la oferta hotelera hacia establecimientos de mayor calidad ha de ser la respuesta a la competencia de otros destinos mediterráneos.
Otros bienes y servicios. Según el INE, la joyería y la bisutería (+9,8%) reinan en el último y más variado apartado de la cesta, que incluye desde los cortes de pelo hasta los servicios funerarios. Aunque a la Asociación Española de Joyeros, Plateros y Relojeros no les cuadra el dato, lo cierto es que el oro se ha apreciado un 15,3% en lo que va de año, según las del Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés), mientras que la plata lo ha hecho un 17,6%.
Un empujón de última hora en Navidad
El sector del marisco se agarra a las fiestas navideñas para salvar un año a la baja (-1,5% interanual en noviembre, -3,4% en 2019). “Ha sido un año benévolo en lo climatológico, se ha podido salir al mar y se ha capturado en abundancia”, explica Basilio Otero, presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP). Pero advierte que los temporales de las últimas semanas han limitado las capturas, lo que, unido a la demanda navideña, está catapultando los precios, sobre todo a partir de esta semana.
Coincide la OCU, que en su Observatorio sobre los precios de los productos navideños, publicado este mismo lunes, detecta una subida del 8,5% en los alimentos típicos de estas fechas, una selección de 15 productos que incluye langostinos, cordero lechal, percebes, jamón ibérico o besugo, entre otros. Así, ha registrado un aumento del 65,8% del precio de las almejas respecto a finales de noviembre, cuando inician el seguimiento; el besugo, un 20,4% en las mismas fechas. Las angulas han subido un 20,6%, hasta unos prohibitivos 794,4 euros el kilo. Según sus datos, ha bajado algo el jamón (-1%), el pavo (-3,3%) o los percebes gallegos (-3,8%).
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