
Ordesa
Hay libros salvajes como el de Manuel Vilas, al que Dios confunda por rompernos el alma

Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Hay libros salvajes como el de Manuel Vilas, al que Dios confunda por rompernos el alma


Una compañera le dijo que los Reyes eran los padres. ¿Los padres de quién?, preguntó la niña


Entonces veo bajar del autobús a la chica muerta en un barrio de las afueras


Nadie te lloraría porque no habrías muerto


Se bebe mucha agua por prescripción facultativa y se ingieren cantidades industriales de caldo de verduras


A veces, abandonas el probador con la realidad puesta y el vendedor te dice que ajustando un poco los hombros y acortando las mangas podría quedarte como un guante.


Cuando Nevenka Fernández denunció el acoso sexual del entonces alcalde de Ponferrada, sufrió el aislamiento de la izquierda y los movimientos feministas, seguramente porque era de derechas, guapa e inteligente

Ciérrenles una semana la calefacción a los subsecretarios, apaguen las calderas del Congreso. A ver de qué hablan estos señores pasados cuatro días

Dice que es el resultado del miedo, que le da miedo todo, desde encender la tele a poner la radio, incluso enchufar la cafetera u hojear el periódico


Pero los oprimidos preferimos jugarnos la vida por entidades fantásticas como Dios o la patria antes que por un pedazo de pan tan real como nuestra hambre

Dijo que mi incredulidad demostraba que era perfecta. ¿Perfecta como mujer o como robot?, pregunté yo

La realidad, quizá por influencia de las palabras, se vuelve hemipléjica

El alma es una canasta de mimbre rellena hasta los bordes de expresiones hechas

El mendigo se dirigió a la señora para decirle que no le diera vergüenza mirarle, pues él podía soportarlo

Lo malo es que, como damos por hecho que las imágenes de la tele bastan, tampoco los demás medios se esfuerzan en describir con precisión notarial lo sucedido

Puigdemont finge un nacionalismo que siente de verdad. Esa y no otra debe de ser la explicación al galimatías

Se asoma uno a la ventana, a las radios, a la televisión, a los periódicos, a los discursos políticos o filosóficos, se asoma uno al Parlamento, a la calle

Cuando la fantasía desaparece, la realidad tiende a ocupar su espacio

En el olvido, tarde o temprano, nos encontramos casi todos los textos como pedazos de automóviles en el desguace.

Todas las cadenas son la Cadena y todos los programas son el Programa

El móvil es un objeto dualista en el sentido platónico del término, pues está dotado de alma y cuerpo

Vivimos condenados a consumir preguntas esclerotizadas y respuestas sin interés