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Columna
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Frustración

En el mundo analógico sucede justamente lo contrario: que gran parte de las personas reales carece de una existencia verdadera

Juan José Millás
Concentración de pensionistas en Bilbao el 12 de marzo de 2018.
Concentración de pensionistas en Bilbao el 12 de marzo de 2018.LUIS TEJIDO / EFE

Yo en Twitter soy yo, pero por lo visto hay mucha gente que no es ella. Gente a la que aquí se la conoce como García, por ejemplo, y allí como Domínguez, Ledesma o Maldonado. Los llaman “perfiles falsos” y cada persona real puede tener los que le dé la gana. Cien, doscientos, un millón o más. Hay quien se sienta cada día ante el ordenador dispuesto a pastorear un rebaño inmenso de heterónimos, cada uno con su idiosincrasia, signifique lo que signifique idiosincrasia. Y esto no solo pasa en Twitter, sino también en Instagram o en Facebook, donde puedes socializar con tus datos personales o con los que te inventes. Además de nombres y apellidos, mucha gente finge profesiones, títulos universitarios o habilidades manuales. De modo que Internet está lleno de individuos que no existen. De hecho, son más los inexistentes que los existentes.

En el mundo analógico sucede justamente lo contrario: que gran parte de las personas reales carece de una existencia verdadera. Tienen su carnet de identidad y su libro de familia, pero eso no garantiza la posesión de lo que llamamos una vida. Si en España hay, no sé, pongamos que 47 millones de habitantes, a lo mejor la mitad o más son fantasmas en el sentido de que ni se les ve ni se les siente. Se suben y se bajan del autobús sin dejar huella alguna o entran por una puerta de El Corte Inglés y salen por la de enfrente sin que nadie les haya dicho ahí te pudras. Muchos de ellos se van a manifestar mañana en Madrid para abandonar esa forma de invisibilidad impuesta por el Gobierno. Tal vez otros se venguen de su irrelevancia multiplicándose en las redes. De ser así, y dadas las cifras de perfiles falsos que se manejan, la vida analógica es del todo frustrante para la mayoría.

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Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

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