_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

¡Despertemos!

El problema es que todos esos dimes y diretes no nos permiten apreciar la chilena de Ronaldo

Juan José Millás
Rajoy durante la Convención Nacional del PP en Sevilla.
Rajoy durante la Convención Nacional del PP en Sevilla. PACO PUENTES

Queridos jóvenes en paro, queridos matrimonios sin vivienda, queridas mujeres discriminadas, queridos trabajadores explotados, queridos obreros sin sindicato, queridos ciudadanos sin representación política, queridos niños pobres, queridos enfermos en lista de espera, queridos jubilados, queridos mendigos, queridos dependientes, queridos licenciados sin másteres en fullería y astucia, queridos becarios eternos, queridos científicos sin microscopio, queridos inmigrantes sin nacionalidad, queridos repartidores de pizza a domicilio. Queridísima España, en fin: acabo de tragarme entero un telediario (no importa ya de qué cadena) y he visto la luz. Nuestro problema no es el paro, ni la vivienda, ni la discriminación, ni el salario mínimo. Tampoco la ausencia de representación sindical o política, ni el hambre, ni las listas de espera, ni los hijos pobres o los nietos paupérrimos, ni la falta de oportunidades para estudiar, ni el precariado perpetuo, ni los microscopios, ni la nacionalidad. No.

El problema es cómo sacar al PP del lío en el que lo ha metido Cifuentes, cómo borrar la mala imagen de la monarquía que nos metaforiza, o cómo hallar el modo de limar las tensiones internas del PSOE. Es una lástima que no nos quepan más ejemplos, pero el problema, por resumir, no es que cuando Rajoy se quita la barba (postiza a todas luces) aparezca el rostro de Rivera, ni que un tercio del consejo de ministros se identifique intelectualmente con El novio de la muerte y con la cabra de la Legión. Tampoco que las fuerzas económicas se froten las manos con el vacío de poder. El problema es que todos esos dimes y diretes no nos permiten apreciar la chilena de Ronaldo. Vivimos ensimismados en cuestiones menores. ¡Despertemos!

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_