La mina de talento que ni la guerra destruyó
La llegada de jugadores de la extinta Yugoslavia a España se disparó en los noventa, una constante que el Balón de Oro al madridista Luka Modrić en 2018 llevó a su máxima expresión. Carácter y competitividad, salpicados con detalles de refinada técnica, identifican los territorios que hoy producen más futbolistas por habitante del mundo