La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) lanza un plan para aumentar las cubiertas vegetales en los cultivos leñosos, una práctica que refuerza la lucha contra el cambio climático
COAG señala que la falta de agua ya afecta al 60% del campo, con más de 3,5 millones de hectáreas dañadas y la ganadería extensiva se ve obligada a comprar piensos ante la falta de pasto
Ninguna de las subcuencas de la demarcación del Guadalquivir ha superado el umbral de “sequía meteorológica”, es decir, no ha habido escasez de precipitaciones y, sin embargo, la cuenca del Guadalquivir está declarada oficialmente “en sequía” desde el 2 de noviembre. El problema de la falta de agua no solo se debe a la disminución de las precipitaciones (agravada por la emergencia climática), sino a la mala gestión de los recursos hídricos y a la contaminación. En la cuenca del Guadalquivir se pretende justificar como sequía una situación de escasez hídrica provocada por los regadíos de uso intensivo (especialmente el olivar o cultivos tropicales como el aguacate o el mango)
Deoleo crea un proyecto para hacer viable esas producciones que no pueden mecanizarse y evitar que España pierda su posición de líder en el mercado mundial del aceite de oliva
Varear aceitunas en los campos de Jaén, pasear entre olivos milenarios en Tarragona y dormir en una almazara del siglo XVIII en Teruel. Un viaje en busca de los secretos del oro verde
Miles de olivareros, procedentes de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia, La Rioja y Cataluña, han recorrido las calles de la capital bajo el lema Precios justos para un olivar vivo
Convocados por COAG-A y UPA-A y apoyados por UGT y CC OO, miles de olivareros protestan en Sevilla por el robo que supone el bajo precio del aceite de oliva en origen
Vuelve a haber aceite en el pequeño pueblo de Oliete, en Teruel. Cientos de donantes han contribuido a salvar el tesoro medioambiental que alberga esta zona, que cuenta con más de 100.000 árboles en peligro de abandono
Los 100.000 árboles centenarios de Oliete estaban condenados a secarse, pero algunos nietos del municipio han puesto en marcha un proyecto que ha atraído a donantes de todos los puntos de España y parte del extranjero