La Comisión Europea suspendió ayer indefinidamente las negociaciones para el acercamiento de Serbia, tras constatar que el Gobierno de Belgrado "no coopera plenamente" con el Tribunal de La Haya y sigue sin detener ni entregar a Ratko Mladic, general serbobosnio en busca y captura como criminal de guerra. "Es decepcionante", dijo el comisario para la Ampliación, Olli Rehn.
El control de la energía en Bolivia
El presidente venezolano, Hugo Chávez, llegó a la 1.30 (hora peninsular española) a La Paz en una visita sorpresa previa a la cumbre que celebrarán hoy en la ciudad argentina de Puerto Iguazú el venezolano junto a los presidentes argentino, Néstor Kirchner; brasileño, Lula da Silva, y boliviano, Evo Morales, para estudiar el impacto de la nacionalización de los hidrocarburos decretada el lunes por Morales.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció que la decisión de Bolivia de nacionalizar sus hidrocarburos "puede plantear problemas", pero aseguró que centrará la actuación del Ejecutivo en el "esfuerzo político y diplomático", y descartó que el contencioso vaya a afectar a la ayuda española al país andino. Una comisión interministerial viajará próximamente a La Paz para aclarar el alcance del decreto nacionalizador.
La línea de defensa del primer ministro francés, Dominique de Villepin, ante las acusaciones de haber ordenado a los servicios secretos que involucraran a su rival, el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, en un falso asunto de corrupción conocido como el caso Clearstream, se vino abajo ayer con nuevas revelaciones publicadas por el diario Le Monde. Sarkozy exigió conocer toda la verdad. "No transigiré", afirmó.
La grave crisis que socava desde hace días al Gobierno de Tony Blair puede convertir las elecciones locales de hoy en las peores para el Partido Laborista desde 1968, cuando la revuelta de las bases contra el Gobierno de Harold Wilson dejó al laborismo con el 25% de los votos en los comicios locales. Aunque estas elecciones están condicionadas por cuestiones locales, un batacazo haría aún más inestable la posición del primer ministro.
Las 113 personas que viajaban en el Airbus 320 de la compañía armenia Armavia murieron ayer al estrellarse el avión en el mar Negro. Hacía mal tiempo, y los pilotos pensaron en regresar a Yereván, la capital armenia, desde donde despegó el avión con rumbo al balneario ruso de Sochi. A pesar de que la torre de control de Yereván comunicó que el tiempo estaba despejado y que podían aterrizar, el A-320 decidió continuar hacia Adler.