La UE rompe las negociaciones con Serbia por no haber capturado a Mladic

La Comisión Europea suspendió ayer indefinidamente las negociaciones para el acercamiento de Serbia, tras constatar que el Gobierno de Belgrado "no coopera plenamente" con el Tribunal de La Haya y sigue sin detener ni entregar a Ratko Mladic, general serbobosnio en busca y captura como criminal de guerra. "Es decepcionante", dijo el comisario para la Ampliación, Olli Rehn. La sanción de Bruselas tuvo un efecto inmediato en Belgrado, con la dimisión del viceprimer ministro, Miroljub Labus, lo que coloca al país al borde de una grave crisis política y de una nueva etapa de radicalización.

La decisión de Bruselas se produce justo cuando se debate en Belgrado el futuro de la provincia de Kosovo, que pugna por la independencia, y cuando Montenegro está a punto de decidir sobre su eventual separación en un referéndum de autodeterminación. Rehn anunció haber recibido la opinión de la fiscal Carla del Ponte sobre la cooperación de Serbia con el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia, con sede en La Haya. "Su evaluación es negativa", dijo. "Es decepcionante que Belgrado no haya sido capaz de localizar, detener y transferir a Ratko Mladic a La Haya". "En consecuencia, la Comisión tiene que suspender las negociaciones para un acuerdo de Estabilización y Asociación", agregó Rehn.

Las discusiones con Serbia y Montenegro comenzaron el pasado año con el objetivo de anclar al país balcánico a la UE, facilitar las inversiones extranjeras, ayudar a la población y ponerle en el camino hacia una eventual integración en la Unión. La siguiente ronda estaba prevista para la próxima semana.

A pesar del golpe, la UE dejó la mano tendida. "La Comisión está dispuesta a reanudar las negociaciones tan pronto como Serbia coopere plenamente", insistió el comisario. "Nuestro objetivo inicial de concluir las negociaciones para finales de 2006 es todavía alcanzable, pero sólo si hay una espectacular mejora en la cooperación con el Tribunal que permita reanudar las negociaciones de inmediato".

Un mes de gracia

Rehn atendió a finales de marzo el requerimiento del primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, de un mes más para cumplir con su compromiso de capturar y entregar a Mladic, tras unas jornadas de intensa especulación sobre una inmediata detención que en algún momento se llegó a dar por hecha. Transcurrido el mes de gracia sin novedades, al comisario no le quedó más remedio que cortar por lo sano. "Se ha acabado el tiempo de la especulación", dijo ayer. "Es la hora de los hechos".

El comisario Rehn no responsabilizó plenamente a Kostunica de lo sucedido. "Parece la razón clave", respondió a la pregunta de si creía que los servicios de espionaje serbios se la habían jugado al primer ministro. "Puede haber otras razones, pero los servicios de inteligencia, en particular el militar, no están bajo el control de las autoridades democráticas".

Kostunica calificó de excesiva la decisión de Bruselas porque, según él, su Gobierno estaba haciendo todo lo que podía para dar con Mladic. "Dado que toda la red que le apoyaba ha sido desmantelada, Mladic está ahora oculto en solitario", declaró el primer ministro. "La cuestión es descubrir dónde está".

Belgrado creyó ver un guiño de comprensión en el hecho de que Rehn no fuera más duro en sus palabras y en que dejara la puerta abierta a una reanudación de los contactos.

Para Bruselas es también una situación incómoda e indeseable, dadas las comprometidas circunstancias que atraviesa el país balcánico, amenazado por la doble independencia de Kosovo, la provincia cuyo estatuto final debe decidirse este año, y de Montenegro, que ha de votar en referéndum el próximo día 21. Es un entorno político propicio para los radicales, que van en cabeza del apoyo popular en los sondeos electorales serbios.

Incapacidad gubernamental

El viceprimer ministro, Miroljub Labus, anunció su dimisión por la incapacidad de su Gobierno de dar con Mladic. Criticó con sorna los presuntos esfuerzos febriles de los investigadores a que aludió Kostunica. "Han buscado por todos los lados menos donde está", dijo. "Ya me entienden lo que quiero decir". Para quien no entendiera fue explícito: "Si tuviéramos los servicios secretos que deberíamos tener y hubieran hecho su trabajo como debieran haberlo hecho, nadie tendría al país como rehén, y de eso hago responsables a los servicios secretos".

Labus aclaró que su partido, el liberal G-17 Plus, va a sostener momentáneamente al Gobierno, pero que la próxima semana decidirá si le retira el apoyo parlamentario, lo que daría lugar a elecciones anticipadas. "Un problema serio para todos", según el presidente de la República Serbia de Bosnia, Dragan Cavic.

Por su parte, Carla Del Ponte, fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), se ha sentido engañada por las autoridades serbias en la búsqueda de Ratko Mladic y no lo ocultó al hablar con Olli Rehn, informa Isabel Ferrer desde La Haya. "No tienen un plan definido para arrestarle", le dijo, al tiempo que emitía un juicio "negativo" por no tener ya al general en La Haya, sede del tribunal. También admitió sentirse "particularmente decepcionada" por la falta de cooperación.

A Del Ponte le habían asegurado que el prófugo sería entregado el pasado 30 de abril, pero sigue huido. La jurista italiana ha desvelado que Belgrado no colabora con el TPIY desde el pasado año y ha calificado de "inaceptables" las palabras del primer ministro serbio, que afirma que su Gobierno ha hecho todo lo posible por arrestar a Mladic. Según Del Ponte, Kostunica "lleva un doble discurso".