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Un joven apuñala al asesino de su padre en una ejecución islámica

Cientos de personas asisten en Somalia a un ritual de la 'sharía'

Un adolescente somalí apuñaló ayer hasta la muerte al asesino de su padre en una ejecución pública ordenada por un tribunal islámico en Somalia. Cientos de personas se congregaron en una escuela coránica, el lugar designado para el cumplimiento de la sentencia. Querían ver cómo el chico de 16 años Mohamed Moallim acuchillaba a Omar Hussein en la cabeza y en el cuello.

Hussein fue condenado por el asesinato del padre de Mohamend, Osman Moallim, con quien mantuvo una disputa sobre la educación del muchacho. Los tribunales islámicos tratan de abrirse paso en un país gobernado por los señores de la guerra, que guerrean entre sí, cambiando las alianzas. La sharía es una de las armas para imponer justicia en uno de los países más peligrosos del mundo. Algunos de esos señores de la guerra rechazan esos tribunales, a los que acusan de tener vínculos con Al Qaeda. Este tipo de ejecuciones, en las que el familiar del muerto, es el verdugo eran frecuentes en el Afganistán de los talibanes.

Hussein fue atado a un palo y su cabeza cubierta con una bolsa. Entonces gritó "No hay otro Dios que Alá" y Mohamed Moallim se lanzó sobre él. Después dijo: "Estoy contento porque he matado al hombre que mató a mi padre", informa la agencia Reuters.

Debido a la brutalidad del acto de ejecución 11 de los asistentes se desmayaron y dos de ellos (de 18 y 23 años) quedaron en estado de choque y fallecieron poco después, según relataron testigos a Efe.

Somalia lleva años sumida en el caos, especialmente desde que los señores de la guerra derrocaron al dictador militar Mohamed Siad Barre. El Gobierno interino, creado en 2004 bajo la protección de Kenia, no controla el país, de 10 millones de personas, en el que cada señor de la guerra controla su zona.

El condenado, Omar Hussein (arriba), fue atado a un poste y encapuchado. El hijo de la persona a la que había asesinado le asestó siete puñaladas ante centenares de testigos. Abajo, el cadáver de Hussein.
El condenado, Omar Hussein (arriba), fue atado a un poste y encapuchado. El hijo de la persona a la que había asesinado le asestó siete puñaladas ante centenares de testigos. Abajo, el cadáver de Hussein.EFE

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