ATAQUE A UNA REHÉN LIBERADA
La liberación de la periodista italiana Giuliana Sgrena, secuestrada en Bagdad el 4 de febrero, fue una alegría de poca duración. Minutos después de la buena noticia, llegó la mala: tropas de EE UU habían disparado sobre el vehículo en que viajaba Sgrena y habían matado a un agente secreto italiano y causado heridas a los otros tres ocupantes, entre ellos la periodista.
"¡Victoria, victoria!", gritaba Giuliana Sgrena al teléfono, entre agradecimientos por su liberación. La periodista, con un móvil en la mano, conversaba con Gianni Letta, subsecretario de la Presidencia, mientras circulaba con sus liberadores por la carretera que la llevaba al aeropuerto. En el despacho de Letta, escuchando, estaban también Silvio Berlusconi; el compañero sentimental de la periodista, Pier Scolari, y el director de Il Manifesto, Gabriele Polo.
El presidente Bachar el Asad se dispone a anunciar hoy ante la Asamblea Popular del Pueblo de Siria el repliegue de las tropas de su país que ocupan Líbano. El anuncio se produce en medio de la presión internacional impulsada por EE UU y la ONU y secundada por los países árabes e incluso por Rusia, un aliado incondicional del régimen sirio.
Los franceses han sido llamados a pronunciarse sobre el Tratado constitucional europeo el 29 de mayo. La consulta es vinculante. El presidente Jacques Chirac anunció ayer la fecha del referéndum optando así por una campaña larga de casi tres meses, aunque no tanto como deseaban los partidarios del no.
Yuri Krávchenko, el ex ministro del Interior de Ucrania al que se relacionaba con el asesinato del periodista Gueorgui Gongadze, fue encontrado muerto ayer en su dacha (casa de campo) en los alrededores de Kiev.
El Gobierno chino anunció ayer un incremento del 12,6% del presupuesto militar para este año, mientras se prepara para aprobar una ley antisecesión, destinada, según Taiwan, a legitimar el uso de la fuerza en caso de que la isla declare la independencia.
RICARDO M. DE RITUERTO | Bruselas
La Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) mexicano, clausurada ayer en Puebla, ha dejado para julio la designación del candidato a las elecciones presidenciales de 2006 y ha preservado mal que bien una imagen de relativa unidad, salpicada por los enfrentamientos entre los distintos sectores del partido.
No corren buenos tiempos para la disidencia cubana. Y en esta ocasión no es Fidel Castro el responsable de sus males, sino las divisiones y pugnas internas. Menos de 48 horas después de que el líder del Proyecto Varela, Oswaldo Payá, arremetiera contra aquellos disidentes que "durante años se han dedicado a la difamación de los líderes verdaderos de la oposición", tres de los aludidos apoyaron la línea dura del presidente de EE UU, George W. Bush.