Bill Clinton y Vladímir Putin acordaron ayer lo que ya estaba acordado y mantuvieron sus diferencias previas. Desde esa perspectiva, podría decirse que la cumbre de Moscú no sirvió de mucho. Sería injusto. Los líderes de las dos superpotencias nucleares aprobaron compromisos importantes, como el que crea un centro de alerta temprana antimisiles y el de reconversión para usos pacíficos de 68 toneladas de plutonio. En el tema clave, Putin no aceptó el escudo anticohetes que defiende EEUU, pero coincidió en la amenaza que suponen los llamados Estados delincuentes y en hacer más eficaz el tratado ABM anticohetes balísticos.
Al Bill Clinton que ayer alcanzó modestos acuerdos sobre armamentos con Vladímir Putin le quedan apenas siete meses de presidencia. Aunque Clinton será, hasta el último segundo de su mandato, el comandante jefe de las Fuerzas Armadas de EE UU, con poder para ordenar cualquier cosa, desde un nuevo castigo a Irak o Serbia hasta una guerra nuclear, Putin lidiará durante la mayor parte de su estancia en el Kremlin con otro hombre: el demócrata Al Gore o el republicano George Bush.
"Estoy de acuerdo en que sin libertad de prensa no habrá una Rusia democrática", dijo Bill Clinton en una entrevista con la radio Eco de Moscú, adonde el presidente estadounidense se dirigió inmediatamente después de la conferencia de prensa conjunta que dio con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en el Kremlin. Esta visita a un medio considerado por el Kremlin como enemigo, unida a la que la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, hizo ayer por la mañana a Radio Liberty, recientemente amenazada por un viceministro ruso, no ha sido casual.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió ayer la convocatoria de "elecciones libres, soberanas, justas y auténticas" en Perú, por considerar que sus últimos comicios fueron "una clara interrupción irregular del proceso democrático". La solicitud de la CIDH se realizó en Windsor (Ontario) poco antes de que comenzase la reunión de cancilleres de las Américas, de la que sólo trascendió en la madrugada de hoy la decisión de enviar una "comisión de notables" a Lima para "colaborar a restablecer el diálogo entre los peruanos".