Ayer terminó con éxito una vasta operación, tras dos meses de investigaciones
Antonio María de Oriol y el teniente general Villaescusa fueron rescatados ayer tarde por la policía, como final de una operación que concluyó con éxito, sin necesidad de que se disparase ni un sólo tiro, a excepción de uno que se produjo involuntariamente momentos antes de que la policía liberase al señor Oriol.A través de la información facilitada anoche por el ministro de la Gobernación, Rodolfo Martín Villa, y algunos de los inspectores del Cuerpo General de Policía que participaron en los respectivos rescates, se ha podido reconstruir el modo como fueron llevados a cabo, que en los primeros momentos aparecía confuso.
Los reyes don Juan Carlos y doña Sofía llegaron a primeras horas de la tarde de ayer al aeropuerto de Madrid Barajas, procedentes de Roma, donde han permanecido desde el miércoles, en visita oficial al Vaticano. En su última jornada italiana el Rey desayunó con el primer ministro Andreotti. Más tarde y en compañía de la Reina, visitó la tumba de Alfonso XIII y el Monarca se trasladó al colegio de San José. En el aeropuerto de Ciampino fueron despedidos por el ministro italiano de Asuntos Exteriores.La presencia del señor Forlani ha causado sorpresa en los medios políticos, toda vez que no se trataba de un viaje oficial a la República italiana. Ha trascendido que tras la cena que el jueves por la noche ofreció a los Reyes el presidente Leone y el desayuno de trabajo entre don Juan Carlos y Andreotti, podría haberse iniciado una nueva etapa en las relaciones de ambos países, especialmente frías y distantes en las últimas décadas.
La Dirección General de Seguridad informa en una nota oficial que a las once de la noche de ayer fue detenido el comando del Partido Comunista Español (reconstituido) que a las tres menos cuarto de la tarde asesinó a un inspector de policía e hirió a un policía armado en Hospitalet. «El comando -según la misma nota- estaba formado por tres hombres y una mujer, y en el momento de la detención se le ocuparon cuatro pistolas -una de ellas pertenece al inspector de policía asesinado-, un revólver y una granada de mano.»Antonio López Salcedo, inspector de policía, de veintiún años de edad, resultó muerto sobre las 2.45 de la tarde de ayer, en la estación del Metro de Pubilla Casas, en Hospitalet de Llobregat, por un individuo que le disparó por la espalda, cuando aquél trataba de detener a un joven que vendía el periódico Gaceta Roja, del Partido Comunista (reconstituido).