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Melero se niega al "careo" con Cruyff

El árbitro Melero se niega, según parece, al «careo» anunciado con el jugador y capitán azulgrana, Johan Cruyff, señalado para el próximo miércoles, a las cinco de la tarde. Se intenta por todos los medios convencer al colegiado castellano para asistir a la cita. Las presiones proceden desde las más altas esferas del deporte. El presidente y la totalidad de la junta directiva del Colegio Castellano de Arbitros presentaron el pasado jueves su dimisión irrevocable.

«Sí, me aseguró que me enviaría una carta por la que me comunicaría tal decisión. Pero la cosa no ha pasado de tal promesa. Lo que hace falta es calmar los ánimos y no hablar de presunto plante de árbitros a escala nacional», aseguró José Plaza, presidente del Comité Nacional de Arbitros.De todos modos, según parece, fue el propio árbitro señor Melero quien aconsejó desistieran de esa actitud, por lo menos hasta que se resuelva definitivamente su caso, la próxima semana.

El señor Melero, por otra parte, está pasando momentos amargamente difíciles. Su domicilio, desde hace algunos días, permanece completamente vacío. El árbitro castellano se ha visto obligado a trasladar a su familia a la casa de su suegra. Ha recibido amenazas de muerte para él y su familia. Estos detalles se han puesto en conocimiento de la autoridad judicial, aunque se desconoce si se ha presentado la correspondiente denuncia. El señor Plaza también nos ha confirmado que, aunque ahora se han intensificado, recibe anónimos desde hace aproximadamente medio año.

Pero los problemas de Melero no sólo se refieren a su familia, sino que también está mezclada su empresa, A. Gaspari, en la que desempeña el cargo de consejero secretario. Parece ser que esta empresa, al ser de ámbito nacional, se ha encontrado con ciertas dificultades y presiones surgidas en determinadas provincias de la geografía española. El pasado martes un alto directivo de la empresa, acompañado de Melero, se entrevistó con el señor Plaza. Lo cierto es que el árbitro castellano se puede considerar prácticamente «desaparecido». Ni el propio Plaza, ha podido hablar con él un cuarto de hora seguido durante estos días.

De todos modos los árbitros castellanos, de la categoría que sean e independientemente de los juicios que puedan tener sobre su actuación en el Camp Nou, están de parte de Melero. No es cierto que la mayoría de ellos depositaran el jueves sus carnets en el Colegio Castellano. Solamente lo hizo uno, y es de categoría regional.

Los ánimos no están demasiado claros entre los árbitros castellanos y han decidido celebrar, durante toda la tarde del lunes, una reunión permanente en la sede de su Colegio. Están ya designados los delegados nombrados por cada una de sus categorías, que serán los que traten todos sus problemas con sus superiores. Esperan solamente conocer las decisiones del Comité Nacional de Competición para adoptar posturas y no es demasiado aventurado que el próximo día 20 se lleve a cabo un plante arbitraI de los colegiados castellanos, a los que se podrían unir los del resto de los colegios regionales.

El señor Plaza ha manifestado que esta semana no se ha podido celebrar la reunión del comité directivo del Colegio Nacional y que se ha aplazado para la próxima.

"Debemos esperar ante todo -ha manifestado el señor Plaza- las decisiones del Comité Nacional de Competición. Será entonces cuando adoptaremos nosotros las medidas pertinentes.»

De todos modos se asegura que el señor Melero, suceda lo que suceda, tiene ya decidida su postura a seguir y que, según parece, no es otra que abandonar definitivamente el arbitraje. Hay que tener en cuenta que hasta este momento era uno de los colegiados que peor puntuación llevaba, ocho ceros, con otros tantos jugadores expulsados.

Le indicamos al señor Plaza que Melero ha sido el auténtico perdedor de este «caso». «Ya veremos -contestó-. Como le he dicho, aún no está dicha la última palabra.»

Parece ser que el informe de la actuación arbitral, realizado por un miembro del Colegio Catalán, cuyo nombre el señor Plaza no ha querido facilitarnos, no es demasiado favorable al señor Melero. «El informe dice que no estuvo bien», asegura Plaza.

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