Políticos ludópatas
Si queremos que la política deje de ser un casino, quitemos los dados a quienes nos gobiernan
Es de Chalamera (Huesca). Doctor en ciencias políticas por la Universidad de Oxford y catedrático en la Universidad de Gotemburgo y ESADE. Colabora con la Cadena SER y es miembro del consejo asesor de KSNET. Sus últimos libros: Organizando el Leviatán y Decálogo del buen ciudadano. En EL PAÍS escribe de política, divulgación científica y filosofía.
Si queremos que la política deje de ser un casino, quitemos los dados a quienes nos gobiernan
¿Has pensado alguna vez cómo serían tus antepasados más lejanos, aquellos que, en los albores de la humanidad, sobrevivieron a todo tipo de peligros en la sabana africana y los bosques de Eurasia? ¿Eran cobardes o valientes?
Casi ningún partido liberal obtiene el beneplácito de la mayoría en España. Y los primeros que deben entenderlo son sus líderes
Ellas no romperán los techos de cristal si nosotros no fregamos los suelos de baldosa. Porque el problema no es la escasez de mujeres en la ciencia o el Ibex, sino de hombres en el hogar
Así, y como el personaje de Fitzgerald desesperado por cambiar su destino, Casado se lanza a pactar con Sánchez “para que los dos podamos ganar”
La maquinaria democrática de España procesa bien las demandas ciudadanas. Lo extravagante son algunos comportamientos
Nuestros protagonistas, al contrario que Bill Murray, cada día repetido no se vuelven más tolerantes, sino más resentidos
En un ‘déjà vu’ perpetuo, los candidatos intercambian idénticos mensajes en unas campañas que son versiones cada vez más anodinas de sí mismas
Que lo que nos ha unido a todos los pueblos de la tierra por los siglos de los siglos no lo separe el nacionalismo de vacunas
Querer a la UE porque nos beneficia hoy es como querer a un amigo por los favores que nos hace. No será una amistad sólida. El europeísmo exige asumir sacrificios hoy por un mañana mejor para todos
Mande quien mande, España fracasa ante lo imprevisto. Es un problema incrustado en el corazón de nuestro sector público
El primero fue la crisis sanitaria, el segundo una recesión económica sin precedentes y en el horizonte de 2021 apunta el tercero: las convulsiones sociales
Avaricia, envidia u otros sentimientos inmorales parecen mejores candidatos para explicar el orden económico global. Pero varios científicos destacan el papel crucial del amor
Hoy estamos todos nerviosos en el vestuario, a punto de salir a jugar ese incierto partido para el bienestar y la economía que será 2021
La ley de eutanasia aumenta la libertad agregada de la sociedad, pero dictar por ley una semana laboral de cuatro días la recortaría
La madre del libre comercio está a punto de ser devorada por sus propios hijos, los políticos oportunistas que la han conducido al callejón sin salida del Brexit. ¿Cómo es posible?
Si el universo político estuviera habitado por seres racionales y fríos como Mr. Spock, inauguraríamos ahora una etapa de consenso entre los grandes partidos
Si nos tratan como niños, que lo hagan bien, porque tanto optimismo es deprimente
A nuestras izquierdas y derechas no les interesa la libertad o la equidad de fondo, sino sólo de pancarta
Hoy los ciudadanos no percibimos señales frugalidad por parte de las administraciones, sino lo contrario: más ayudas a quien más cerca del poder está
Biden y Harris tienen por delante un camino estrecho e incómodo, pero es el único en el que caben todos los americanos
El sistema democrático americano está dividido. Y por eso es invencible
En España no hemos cambiado todavía de mentalidad. El interés primordial del empleado público no es hacer algo bueno, sino evitar hacer algo malo
A diferencia de Merkel y otros políticos europeos de centro-derecha, PP (y Cs) pagan el precio de haber entregado su alma a las encuestas del día
Si queremos asentar las políticas futuras en cimientos más sólidos, debemos empezar auditando rigurosamente las políticas del pasado. Pero eso es costoso para los políticos
El monarca inglés, francés o danés podía decir “elimínese tal privilegio fiscal” de una comunidad y se eliminaba. El español debía llegar a acuerdos mediante reuniones bilaterales. ¿Les suena?
Nuestros representantes llevan años evitando tomar las dos medicinas amargas que nuestra sanidad requiere para sobrevivir: subir los impuestos y modernizar la gestión
Como en las andanzas de Don Quijote, allá donde los demás veíamos en Bankia una venta (arregladita), nuestros hidalgos de izquierdas vislumbraban un castillo en el que cumplir todas sus fantasías de progreso nacional
La política es la nueva guerra de religión
La crisis del FC Barcelona —histórica, histérica, histriónica— es un espejo de nuestra situación política. También la del Real Madrid, cuando le llegue
Nuestras Administraciones, en lugar de asumir los costes de que los niños no vayan al colegio, los transfieren a las familias
Para unos, el rey Juan Carlos y la Constitución del 78 forman un conjunto inseparable de realidades. Fusionando persona e institución, allanan el camino a los republicanos
Alfas y betas: una división social que ya estaba latente antes del impacto del coronavirus, pero que se ha agudizado en todo el planeta
Tanto monárquicos como republicanos contemplan la discusión en términos dicotómicos en lugar de abrirse a terceras vías: ¿por qué no otra corona, una más ajustada a su tiempo?
España tiene profesionales públicos tan cualificados y motivados como los de estos países, pero trabajan en unas Administraciones que, en contraste, son inestables y rígidas
Es una mentalidad que permea hoy a muchos movimientos políticos, de la extrema derecha a la ultraizquierda pasando por el ecologismo
La mejor táctica de negociación con los países frugales no es apelar a su solidaridad, que legítimamente creen que tienen, sino a su responsabilidad
La derecha se está especializando en la gestión; la izquierda en el gesto
La pandemia ha llevado a muchos políticos a descuidar su papel. Han delegado en tecnócratas decisiones con costes inconmensurables